Icono del sitio Trabajadores

Unidad

Decirla es más fácil que lograrla. Cuesta a veces muchos años y todavía las dinamitas estadouni­denses estallan por doquier para impedirla. El concepto es antiquí­simo, pero se renueva para ven­cer cada zancadilla o apretón de tuerca. La unidad trajo a la Revolu­ción Cubana hasta aquí, a punto de cumplir 67 años. La unidad ha sido clave para que América Latina sea dueña de su propio destino.

Foto: Heriberto González Brito

La semana arranca con los ecos del XI Pleno del Comité Central del Partido. O más que ecos, con el llamado del Primer Secretario del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, a la unidad consciente, construida sobre la verdad, la participación y la confianza mutua. “La de quie­nes discuten fuerte, pero mar­chan juntos”, dijo con claridad y justo sentido de la democracia.

Son tiempos duros. En los que resistir apagones, falta de ali­mentos, enfermedades traicione­ras con el movimiento del cuerpo y carencias de transporte, agua u otros servicios vitales se con­vierten en el centro del debate político y social. Y no pocos se cansan. Pero los que no pueden darse el lujo de hacer­lo son el Partido, los sindicatos y los trabajadores, encargados de buscar las verdaderas solucio­nes.

Se necesita recuperar credibi­lidad de instituciones y funcio­narios. Se necesitan métodos de trabajo más dinámicos y menos tintes de burocracia en las orga­nizaciones políticas y de masas. Se necesita una comunicación política más persuasiva y hacia el consenso. Y se necesita no olvidar el pasado ni justificar todo con el bloqueo del Gobierno estadouni­dense, el cual es una carga pesada e ilegítima para la economía, con­tra la que tendremos que seguir viviendo, luchando y venciendo.

Este domingo comenzó la XXV Cumbre Virtual de Alianza Boliva­riana para los Pueblos de América-Tratado de Comercio de los Pue­blos (ALBA-TCP) y allí también la idea más trascendente fue la uni­dad. La reiteración no es casual. Los pueblos se han de unir para fundar, vivir en paz, crecer y amar. He ahí el reto.

Compartir...
Salir de la versión móvil