El oncólogo y especialista en mastología doctor Leonardo Hernández Herrera lleva unos cinco años como director del hospital Oncológico María Curie de Camagüey. Es la segunda vez que acepta el reto, pero no se queja, allí se siente en familia y sabe que la ayuda que brindan es única y necesaria.
«Este lugar, detalla Hernández Herrera, comenzó como dispensario y con el triunfo de la Revolución se convirtió en un hospital dedicado a la atención integral del paciente oncológico, desde Ciego de Ávila hasta Las Tunas.
«Cumplimos 70 años, pero presentamos buena salud y estamos en un buen momento a pesar de las dificultades que nos impone el bloqueo del gobierno de los Estados Unidos».
Los cerca de 300 trabajadores que allí laboran se consagran día a día y por su empeño merecieron recientemente la condición de Colectivo Moral.
«Ante las carencias, detalla el directivo, siempre buscamos alternativas apegadas a los protocolos médicos y a las variantes que puedan realizarse para atender al paciente desde la cirugía, radioterapia y quimioterapia. Mantenemos todos los servicios, con limitaciones, pero a pesar de todo hacemos cirugías generales y de tumores periféricos, unas 500 intervenciones al año en total, así como mastologías y quimioterapias de forma general y radioterapia».
La rotura de equipos también ha sido un obstáculo a superar en estos años. Cuando el mamógrafo se rompió se apoyaron en ultrasonidos y en equipos radicados en otras provincias para no detener consultas y diagnósticos. Algo que también tuvieron que aplicar con el de radioterapia, el cual, gracias a una costosa inversión, ya está funcional.
En 70 años han sido muchos los momentos complejos y retadores que ha vivido el Oncológico de Camagüey, pero, como asegura su director, el paciente siempre será la prioridad.