Holguín.— Bajo las inmensas naves de la Empresa de Combinadas Cañeras LX Aniversario de la Revolución de Octubre (KTP) el paisaje actual puede sorprender a quien la recuerde en sus orígenes o en apenas cinco o seis años atrás.

En ese insigne plantel holguinero de la industria sideromecánica no hay ya cosechadoras cañeras como protagonistas del ajetreo productivo. Sin embargo, nadie puede decir que la fábrica está inerte: Ha renacido de entre sus hierros como un gran fénix metálico.
En el 2020 produjo las dos últimas combinadas cañeras. En el 2022, de acuerdo con el ingeniero Alián Cordovés Toirac, director de la entidad, dejaron de recibir las materias primas necesarias para hacer piezas de repuesto dirigidas a la agroindustria azucarera.
La situación se agudizó en el primer semestre del 2023: alrededor de 3 millones de pesos de pérdidas, así como fluctuación y desmotivación entre la fuerza laboral, amenazaban la estabilidad de la industria. Ante dicho panorama no quedó otra opción que emerger desde la inventiva, cambiar el rumbo y experimentar en otras aguas de la economía cubana.
Con el overol de mecánico y 40 años de bregar en la entidad, Carlos González Corrales lo explica clarito, como ruido de martillo sobre el metal: “Tuvimos un bache porque dependíamos de la industria azucarera, pero ya hemos ido levantando y entonces estamos insertados en 20 cosas… Hacemos lo que venga sin distinción. Lo de nosotros es trabajar”.
La apertura a nuevos mercados y líneas productivas hoy muestran resultados halagüeños. Al cierre de octubre del presente año la entidad cumplió su plan de ventas, ascendente a más de 40 millones de pesos, acumula 10 millones de utilidades y ha elevado el salario medio a 10 mil 249 pesos, más del doble del registrado en el 2024. Y lo mejor es que lo logrado se asienta en obras de impacto social.
Sus 169 trabajadores se las han ingeniado para reparar siete casillas de ferrocarril destinadas al traslado de la canasta básica familiar desde Santiago de Cuba, y fabricar piezas de repuesto de la industria del níquel y los trenes nacionales y de carga.
Igualmente se esfuerzan en recomponer cajas de ampliroll y carros pique del sector de Comunales, también tanques cisterna de los carros de bomberos; e impulsar el arrendamiento de espacios y la creación de hornillas de carbón a partir de recorterías.
También apoyan el levantamiento de nuevos parques fotovoltaicos en Holguín con el corte de pilarotes para las mesas de paneles, cuyos recortes sirven a la vez como anclajes de esas instalaciones.
Su más reciente misión consiste en la conversión de contenedores en casas. Actualmente tienen 12 en proceso de transformación, a las que pretenden darles confort y satisfacer así necesidades de viviendas en el territorio.
El futuro se avizora alentador. Hay muchas proyecciones, y entre ellas destaca la intención de confeccionar, a partir del 2026 y con apoyo del Fondo de Desarrollo y Sostenibilidad del Transporte, carros eléctricos con capacidad para 11 pasajeros. Ahora se encuentran en el proceso de transferencia tecnológica desde Sancti Spíritus.
Cordovés Toirac asegura que el éxito ha estado en acercarse a las demandas territoriales y poner en función de ellas todo el potencial humano y técnico de la Empresa KTP, con hombres curtidos entre metales y máquinas antiguas, pero eficientes.

