El Primer Secretario del Comité Central del Partido (CCPCC) y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en el Mausoleo de El Cacahual encabezó el acto político y ceremonia militar en ocasión del aniversario 129 de la caída en combate del Mayor General Antonio Maceo Grajales y su ayudante el capitán Panchito Gómez Toro, así como por los 36 años de la Operación Tributo.
En ese sitio sagrado de la patria estuvieron presentes además los miembros del Buró Político del Partido, Roberto Morales Ojeda, Secretario de Organización del CCPCC; los generales de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y Lázaro Alberto Álvarez Casas, ministro del Interior; y el general de División José Amado Ricardo Guerra, Secretario del Consejo de Ministros.
El tributo de Cuba se inició con la colocación de ofrendas florales en nombre del pueblo ante el monumento a Maceo y Panchito, así como en las tumbas del destacado dirigente comunista Blas Roca Calderío, fallecido el 25 de abril de 1987, y del último mambí que peleó en nuestras guerras por la independencia Juan Fajardo Vega.
“Rememorar aquí en El Cacahual aquel 7 de diciembre de 1896 es, ante todo, un acto de ratificación del compromiso con nuestros héroes y mártires, y de la inquebrantable decisión de todo un pueblo de ser fiel a su legado, a sus ideas y a su ejemplo”, afirmó José Ramón Monteagudo Ruiz.
El integrante de Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su Departamento Agroalimentario, en las palabras centrales de la ceremonia definió a Maceo como uno de los máximos exponentes del arte militar cubano, un revolucionario de pensamiento profundo y sólido, además de paradigma de conducta por excelencia para enfrentar los momentos difíciles.
“Maceo fue ejemplo e inspiración de los principios internacionalistas de nuestras Revolución con los más de 400 mil cubanos que marcharon a prestar su ayuda solidaria a otros pueblos del mundo”, subrayó Monteagudo Ruiz.
En ese sentido señaló la pertinencia del 7 de diciembre de 1989 realizar la Operación Tributo, con la que fueron regresados a la patria los restos sagrados de los combatientes internacionalistas caídos en tierras hermanas y su inhumación simultanea en los 167 municipios del país.
Recordó además que, en igual fecha, hace 32 años, en el Mausoleo de El Cacahual se constituyó la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC) para vincular su juramento al legado eterno del Titán de Bronce.
“Aquí reafirmamos hoy, con la fuerza del presente, la inmortal de Maceo “Quien intente apoderarse de Cuba solo recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre si no perece en la lucha”. Es una advertencia que sigue en pie para sus enemigos, es una ley de la historia cubana”, sentenció José Ramón Monteagudo Ruiz.
En representación de las generaciones más jóvenes de cubanos, la estudiante de secundaria básica Daylenis Verdecia Montes, de Artemisa, ganadora en el Concurso Nacional “Amigos de las FAR”, y el cadete Brayan Hidalgo Torres, de la Escuela Interarmas General Antonio Maceo, Orden Antonio Maceo, ratificaron su espíritu patriótico y fidelidad a la Revolución que el Lugarteniente General del Ejército Libertador y su devoto ayudante cimentaron con sus vidas.
Tras la marcha en revista de un destacamento de la Unidad de Ceremonias de las FAR y como gesto de compromiso, admiración y respeto profundos, el Primer Secretario del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; los otros miembros del Buró Político y dirigentes asistentes a la ceremonia depositaron rosas en el monumento que atesora los restos de dos personas unidas por sus ideales, heroísmo y devoción a la patria.
Presentes estuvieron además jefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior; miembros de la ACRC, familiares de cubanos caídos en las gloriosas misiones internacionalistas y el Cuerpo Diplomático Militar Acreditado en Cuba.
