La palabra discriminación no ha sido traída y llevada en las reuniones de consulta del Anteproyecto de Ley del Código del Trabajo, en el Municipio Especial Isla de la Juventud, a pesar de que en 22 párrafos y 26 veces se menciona el término en el documento, al decir del profesor de Derecho José Antonio Quiñones Chirino, integrante del puesto de mando donde se reciben, analizan y procesan las actas derivadas de estos encuentros, cuyo plazo expirará el 30 de noviembre.
Nelkys Lopetegui Castillo, miembro del secretariado de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), aquí, al frente de la esfera de asuntos económicos, al entrevistarla al respecto, subraya que el vocablo abarca tres palabras claves: discriminación, acoso y violencia.
“Ningunas con incidencias en los intercambios, lo cual habla de cuánto se ha avanzado en el país en revertir posturas machistas, reflejadas en odio, discriminación, violencia y rechazo a los homosexuales (gay y lesbiana), debido a estereotipos negativos y conceptos equivocados.
“En las secciones sindicales es común escuchar: aceptarlos, entenderlos y respetar su diversidad y orientación sexual, con el fin de sensibilizar a la masa laboral con respecto a este tema y desterrar la mentalidad homofóbica arraigada en muchos rincones del país, incluso, en administrativos.
“No tener, hasta la fecha, registradas adiciones, modificaciones, eliminaciones o dudas, relacionadas con la palabra discriminación es símbolo de equidad, justicia social, solidaridad y respeto alcanzado hacia la diversidad, una de las mayores riquezas del género humano; además, es muestra del quehacer unido de varios actores sociales, no solo en las jornadas contra la homofobia y la transfobia, sino de manera permanente y sostenida, en busca de erradicar exclusiones.
“La CTC ha desempeñado un rol decisivo en este sentido para reclamar espacios laborales sin distinción hacia las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersex, teniendo en cuenta que aún se encuentran entornos familiares y de trabajo, como afluentes prejuiciosos, aunque están creados los servicios de asesoría jurídica para proteger los derechos sexuales de la población.
“Como representante de la organización que agrupa al movimiento sindical, afirmo que seguiremos fortaleciendo espacios de debate para exigir respeto hacia la individualidad de cada persona, que no es más que reverenciar sus derechos humanos”, concluyó la dirigente sindical, no sin antes alertar que pueden existir todavía preceptos segregacionistas, pero no es la generalidad en los colectivos.
