Susana recogió toda la ropa de su nieta que ya no le servía y la entregó en las oficinas de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) de Camagüey con un mensaje claro: «llévenle esto a niños que lo necesiten en Santiago de Cuba».

Como comentó luego no era la primera vez que aportaba algo, ya había entregado alimentos y hasta dinero transfirieron entre varios miembros de su familia.
Y es que Susana, como muchos agramontinos, quiere ayudar a mitigar un poco el daño que dejó Melissa en la zona oriental del país y por tanto contribuyen a conformar valijas que salen directamente desde la provincia hacia los afectados.

Durante esta semana otra flota de camiones partió desde las llanuras camagüeyanas cargadas de ropas, alimentos y elementos de construcción, pero esta vez el destino fue Santiago de Cuba.
Richard Ramírez Arias, miembro del secretariado del Comité Provincial de la CTC, explicó que primeramente fueron a Granma con donativos, pero en esta ocasión sería hacia los santiagueros y luego a donde haga falta.

«Más que artículos, dijo, la caravana agramontina trasladó el amor, el cariño y el abrazo solidario de los camagüeyanos a los santiagueros, que fueron fuertemente afectados por el paso del huracán Melissa.
«Un gesto que muestra la unidad y la hermandad de los trabajadores y de los cubanos, en momentos difíciles».

