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Yenkell no para de crear

Camagüey.— Por estos días Yenkell Lliteras Cebada anda con una alegría sin igual. Desde que le confirmaron a este experto en telemática que había obtenido el Premio de Mayor Impac­to Económico y Social, que otorga la Asocia­ción Nacional de Innovadores y Racionalizado­res (Anir) no para de sonreír y de contarles a todos.

La soberanía tecnológica y la búsqueda de soluciones son tareas primordiales en la vida de Yenkell Lliteras. Foto: Yamylé Fernández

En sus 21 años de labor nunca ha trabajado para merecer premios. Y lo asegura bien cla­ro, sobre todo porque para él cuentan los be­neficios que trae consigo cada innovación o so­lución que gestiona y no la remuneración que pudo lograr.

Prefiere, como explica, resolver los proble­mas y sustituir importaciones. Eso le encanta. Y así lo demuestra en el Departamento de su­pervisión y gestión de la División Territorial de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) en esta provincia.

Allí, a veces le proponen que evalúe deter­minada situación, aunque la mayoría del tiem­po se la pasa investigando y viendo qué mejorar o transformar. Así fue como realizó uno de los trabajos que le permitió alcanzar el Premio de Mayor Impacto Económico y Social.

Cuando la COVID-19, expresa, se habían saturado las redes de 3G por una restricción. Temíamos entonces que para fechas como el fin de año se llegara a un punto complejo. “Me puse a pensar y con equipamiento nuevo, unos rejuegos que concebí, la reconfiguración de tar­jetas modernas y unos cambios de estructuras evité la congestión en las líneas”.

Explicarlo parece fácil, pero le tomó me­ses y madrugadas de labor. Sin embargo, eso de hacer lo que otros no hacen, es algo que le apasiona de su trabajo, dice Yenkell.

Por eso no es de extrañar que este año le encargaran las últimas radiobases de 2G que quedaban en Matanzas, unas 150, y pasara la información a otros equipos más modernos.

“El proveedor —detalla—, no podía efec­tuar este realojamiento porque los aparatos eran muy viejos y estaban fuera de soporte y servicio, por lo que no garantizarían el inter­cambio. Por lo tanto debíamos asumirlo noso­tros, primero para quitar ese riesgo de la red y ahorrar dinero también”.

Yenkell no para. En este año también se adentró en la creación de una funcionalidad nueva, la compresión del CPRI, (Interfaz de Ra­dio Pública Común) que evita la obligatoriedad de usar dos fibras para tener 4G y que ya ha sido instalada en Santiago de Cuba y Camagüey.

“En muchas ocasiones —puntualiza—, no contamos con los conectores, hay carencia de equipos, y con esta funcionalidad es posible instalar la radiobase. Se ahorra equipamiento, se viabiliza el trabajo y nos sobreponemos a las dificultades”.

El camagüeyano de igual manera trabajó junto a algunos compañeros en la configuración inicial para adicionar 4G a un grupo de radioba­ses e instalar nuevos equipos. Eso requirió mu­chas horas sin dormir porque debieron hacerlo en tiempo récord y para unas nueve provincias.

Otros trabajos, sobre todo relacionados con la telefonía móvil, cuentan con la firma de Yenkell, porque, como asegura, su apuesta siempre será por innovar, crear y aportar.

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