
Santiago de Cuba.— Si hay un poblado símbolo ese es El Cobre. A unos 20 kilómetros de la ciudad santiaguera, la demarcación se erige como muestrario de cimarronaje, mambisado, luchas libertarias, cultura y tradiciones, con el Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, coronando el sitio que hace pocos días fue testigo de la saña de un huracán que ha trastocado lo material y lo espiritual de los cobreros.
Amalgamadas con el arbolado en el piso, postes, cables caídos, paredes y techos derrumbados, además del lodo que dejó la crecida del río, están las mil y una historias de miedo y lucha por sobrevivir, las del dolor por la pérdida de lo que tantos años costó juntar en familia, y también las de la fe, la esperanza, la resiliencia.
Entre esas la de Ana Delia Larduet Pérez, quien confiada en la solidez de su vivienda acogió a 17 personas, incluidos cuatro adultos mayores y dos niños. “Vinieron ellos y trajeron muchas de sus pertenencias; aquí nos acotejamos, dispuestos a pasar la noche-madrugada del ciclón. Pero, ¿quién contaba con la crecida del río que pasa cerca? Llevo 27 años viviendo aquí y jamás había pasado algo así, ni cuando Sandy, que es mucho decir.
“A eso de las ocho de la noche aún no había entrado Melissa, y ya el agua venía pa’encima de nosotros a millón, subió como a metro y medio del piso. A la par de eso ocurría el deslizamiento de un promontorio de tierra que sepultó el camino por el cual podíamos haber salido.
“Entonces no quedó más remedio que correr. La única alternativa fue irnos para la casa del segundo piso, que no es de mi propiedad. Para entrar hubo que romper la puerta y cargar a una de las ancianas, impedida de caminar. Nos apiñamos en un cuarto y ahí estuvimos hasta el amanecer que nos rescataron unos militares”.
Si bien el recuerdo todavía la sobresalta, Ana Delia es de las que prefiere mirar adelante y ponerse a reconstruir; como ella, tanta gente buena y laboriosa de allí. Según precisiones de Ileana Vedey Castellano, presidenta del Consejo Popular de El Cobre, “el 95 % de la población ha tenido algún tipo de afectación”, con 402 derrumbes totales, 276 parciales, 16 centros docentes, además de otros lugares severamente dañados.
En estas horas difíciles no les ha faltado a los cobreros el acompañamiento de muchos cubanos y de personas de otras naciones, quienes solidariamente aportan para rescatar lo que Melissa se llevó. El Presidente Miguel Díaz- Canel, representantes de la CTC, afiliados estatales y privados, organizaciones, empresas, instituciones… han estado in situ para ver, evaluar, apoyar, restañar.
A decir de la propia presidenta del Consejo Popular, ya se materializa la entrega de algunos recursos como colchones y tejas para familias damnificadas, así como leche y otros bienes para el círculo infantil y la instalación de paneles solares en el cine para facilitar a la población, en lo que se restablece la electricidad, la recarga de lámparas y ventiladores.
Sin llamarse a engaños, los lugareños saben que la recuperación total llevará tiempo y mucho quehacer, pero al igual que tienen esa certeza, llevan también, piel adentro, la fe de levantarse y seguir el camino para que continúe marcando una condicional el estribillo de la conocida canción: Y si vas al Cobre…