Este martes miles de camagüeyanos rememoraron la primera marcha del pueblo combatiente, ocurrida aquí el 21 de octubre de 1959 bajo la guía de Fidel.
Como hace 66 años, la multitudinaria manifestación partió del centro histórico de la capital agramontina y recorrió casi cinco kilómetros hasta llegar a la Ciudad Escolar, establecida en los edificios que al triunfo de la Revolución ocupaba el regimiento Ignacio Agramonte.
En octubre de 1959 el entonces comandante Hubert Matos intentó amotinar las tropas de esa base, la principal instalación militar de la provincia. En la madrugada del 21 de octubre, Camilo Cienfuegos voló desde La Habana para destituirlo y ponerlo bajo arresto, acusado de sedición. Pocas horas después Fidel lo siguió en otro avión. En una decisión sin precedentes, el Comandante en Jefe luego convocó a los camagüeyanos a que lo siguieran hasta el cuartel Agramonte, para apoyar a Camilo y demostrar el apoyo popular a la Revolución.
La manifestación de este martes rindió homenaje a aquellos hechos y al centenario del natalicio de Fidel. Estudiantes y jóvenes trabajadores, combatientes y pueblo en general recorrieron calles como Independencia y General Gómez, y un largo tramo de la Carretera Central. En el acto central, realizado en la Ciudad Escolar con la presencia de las autoridades políticas y de gobierno, y representantes de organizaciones estudiantiles y de masas, Ana Paula Gamboa, alumna de la escuela primaria Rafael María de Mendive, ratificó la disposición de las nuevas generaciones para responder al llamado de la Patria.
Los sucesos del 21 de octubre en Camagüey marcaron un punto de inflexión para el naciente proceso revolucionario, y demostraron que ante el empuje del pueblo ni siquiera militares traidores tenían posibilidad. Al día siguiente, en un mensaje al periódico provincial Adelante, Camilo suscribiría que aún hoy es motivo de orgullo para los agramontinos: «Hombres habrá traidores; pero pueblos no, y menos Camagüey».
