No por esperado hay que dejarlo de gritar y celebrar. ¡Somos campeones mundiales juveniles de Baseball5! Se lo ganaron de manera invicta en Nayarit, México, tras doblegar en la final a los bisoños de Taipéi de China 2-0 (5-4 y 13-3). Y como si fuera poco es el cuarto título universal consecutivo de esta disciplina: dos de los mayores e igual cantidad en los menores de 18 años.
Esta vez volvieron a ser armas letales el bateo desaforado (621, el mejor del torneo), la defensa precisa y una táctica de juego casi sin lagunas. De ahí los triunfos en preliminares contra Kenia (13-2 y 12-2), España (4-2 y 10-0), Corea (15-0 y 12-2), Siria (16-1 y 9-3) y Lituania (10-1 y 8-5). Luego un partidazo en semifinal contra México, definido en tres sets (12-7, 3-8 y 7-1).
Cualquier valoración de esta dorada pasa por reconocer primero las habilidades, dedicación y entrega de Kevin Hidalgo-Gato, Rafael Alejandro Socarrás, Carlos Rivera, Yandro Moracén, Rachel de la Caridad Medina, Amanda Díaz, Adis Yudith Espinel y Arianna La O, de los cuales dos fueron escogidos como los más valiosos del torneo: Carlos y Rachel.
Imposible dejar de mencionar al mentor ganador, Sergio Arturo Pérez, quien sin robarse titulares a todas horas ya suma su segunda corona del orbe en esta categoría. Por supuesto, al frente de esta historia que va escribiendo el Baseball5 sigue Eros Bernal, uno de esos enamorados del trabajo, que calladamente es el artífice de todos estos resultados a partir de una práctica cada vez más extendida en el país y el mundo.
A este festejo en la cita mexicana hay que sumarle que son ellos los primeros clasificados de Cuba para los Juegos Olímpicos de la Juventud Dakar 2026, en los que se estrenará esta modalidad.