Si alguien recuerda el sobrenombre de un equipo de béisbol en Cuba es el de La Aplanadora, endilgado para Santiago de Cuba desde 1999 al 2001, a partir de sus tres títulos consecutivos y la manera en que los consiguieron.
La actual Serie Nacional, antes de comenzar, solo con un examen de las nóminas, dejó entrever que los santiagueros del director Eddy Cajigal estarían muy cerca de esa denominación. Y ya los primeros cinco juegos dieron la clarinada con arrolladores triunfos sobre Isla de la Juventud, tres de ellos por nocao.
Las Avispas fueron esta semana las de mayor producción de hits (59), jonrones (10) y carreras anotadas (61), encabezados por un Yoelquis Guibert que pegó tres vuelacercas y remolcó 12 hombres hacia el home, Yoel Yanqui (16-8), Andy Jorge Rodríguez (14-7), Harold Vázquez (10-5 y ocho impulsadas), por mencionar los que batean hoy 500 de average y apuntalan el 364 de promedio colectivo.
Aunque su pitcheo es también en papeles, su punto más débil y los pineros no son el termómetro ideal, lo cierto es que los indómitos tienen para soñar con un equipo que no solo pueda llenar de nuevo el Guillermón Moncada, sino disputar un título a puro bateo.
La ya confirmada incorporación de Adriel Labrada, para alrededor del 23 de septiembre, blinda una alineación casi sin fisuras y de terrible dolor para los lanzadores. Queda afinar la defensa y al menos contar con tres abridores e igual cantidad de cerradores para sellar los triunfos imprescindibles que le permitan acomodarse en la postemporada.
¿Qué implica la Declaración de la FCBS?
El pasado 5 de septiembre, la Federación Cubana de Béisbol y Softbol (FCBS) denunció que pese a solicitar con suficiente antelación el permiso al Gobierno de Estados Unidos, los organizadores del VI Clásico Mundial de Béisbol aún no han recibido la aprobación para la participación de Cuba en ese evento.
No es la primera ocasión en que estas maniobras dilatorias y hasta negativas de última hora entorpecen la presencia de delegaciones cubanas en torneos con asiento en territorio estadounidense, burlándose con ello de lo establecido por el Comité Olímpico Internacional y el espíritu que anima al deporte en el mundo.
Ahora no se trata únicamente de la entrega de una nómina preliminar de 50 peloteros, tal y como hicieron los demás conjuntos, sino del reconocimiento a un equipo que se ganó su derecho a estar en ese certamen. Basta con recordar todos los avatares y obstáculos vividos para ir al I Clásico Mundial, cuando se alegaba que no podíamos recibir las ganancias que obtuviéramos.
Y sin titubear dijimos que el dinero bien ganado sería donado a los damnificados y a la recuperación del huracán Katrina. Al final no pudieron excluirnos y todos recuerdan el final de esa historia: segundo lugar.
Confiamos en que la seriedad de las autoridades de la Major League Baseball y sus poderosos tentáculos económicos, tal y como ha sucedido en las cinco ediciones anteriores, resuelvan este nuevo impedimento. De momento ha sido un adelanto bien oscuro.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.

