En la unidad empresarial de base Torrefactora Artemisa, con limitaciones suficientes para adquirir la materia prima en función del encargo social de procesar café, Osnay Miguel Colina Rodríguez, presidente de la Comisión Organizadora del 22 Congreso de la CTC, reconoció oportunidades y fortalezas del colectivo para elevar la productividad, lo cual equivale a ingresos superiores.

Convenir las producciones excedentes de los cafetaleros artemiseños de la montaña y el llano, encadenarse con otros actores económicos para procesar varios granos y poner a su máxima capacidad de explotación la maquinaria instalada, fueron reflexiones del también miembro del Comité Central del Partido, en la asamblea sindical de discusión y análisis del plan de la economía y el presupuesto 2026.
Con la intención de oxigenar la producción ya experimentan la elaboración de otros surtidos a base de maíz y harina, con destino a unidades de Comercio y gastronomía; entretanto negocian un proyecto con inversión extrajera capaz de proveer de café robusta y arábico a la Torrefactora, en función de elevar el cumplimiento de su plan anual, muy por debajo de los índices deseados.
Javier Velázquez Rodríguez, uno de los afiliados de la torrefactora, aludió a las condiciones de trabajo de los obreros expuestos a ruidos contantes, olores y polvos permanentes, más un calor intenso en el tostadero, a la ausencia de medios de producción y otras elementales condiciones de trabajo, incluso, habló de cómo se las ingenian para sostener la vitalidad de las obsoleta tecnología que data la mayoría de 1960, sin pieza de repuesto.

Los afiliados intercambiaron, además, con Nadia María Toca Hernández, secretaria de la CTC en Artemisa, la máxima dirección del Sindicato de la Alimentaria y la Pesca en el país y en la provincia, y directivos de la Empresa del café, acerca a propuestas evaluadas para una parcela de autoconsumo, que aportaría insumos a la alimentación de los obreros y sus familias.

Que cada idea concebida en colectivo tenga un sistema de información a los afiliados, que cada uno de los miembros de esta sección sindical conozca las proyecciones para crecer en ingresos, pues el capital humano es y será siempre lo más importante, y que se garantice no solo la productividad de la entidad sino las condiciones para laboral fueron acuerdos emanados del intercambio.
Colina Rodríguez ponderó la necesidad de que sea el colectivo quien encuentre sus capacidades instaladas, evalúe las negociaciones y se comprometa con el plan, con los pies en la tierra, pues solo así estas asambleas surtirán el efecto deseado que necesita la economía cubana.

Acerca del autor
Desde 2005 el periodismo me abre las puertas en Radio Artemisa, con la posibilidad de reorientar mi carrera al cursar estudios en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Soy licenciada en Educación, en la especialidad de Defectología, y ya había cumplido varias tareas, incluso en la Unión de Jóvenes Comunistas.
Los resultados en el medio radial me condujeron a que, en 2011, al crearse la provincia de Artemisa, ocupara la responsabilidad de Corresponsal Jefa de la Agencia de Información Nacional, nombrada poco después Agencia Cubana de Noticias.
En ese mismo tiempo, alternaba como parte del ejecutivo de la Unión de Periodistas de Cuba, en el territorio, y posteriormente me desempeñé como su Presidenta; hasta que, en agosto de 2014 la dirección del Partido me designó directora del su Órgano Oficial, el periódico El Artemiseño, labor que continúo desempeñando.
Las funciones de dirección siguen aportando a la pasión por el periodismo, de ahí que mantenga publicaciones del acontecer de mi provincia en mi órgano de prensa Artemiseño, y en medios nacionales de comunicación, con mayor estabilidad, y representando tanto de compromiso como de orgullo, en el periódico Trabajadores.


La intención de la Torrefactora de Artemisa para oxigenar el salario de la fuerza de trabajo y mantenerla vinculada al Centro procesador con otros surtidos a base de maíz y harina puede ser o aparentar muy legítimo para ese colectivo dentro de una economía bloqueada que busca otras vias.Pero no es tan así para los inversionistas principales, el pueblo consumidor y accionista que también busca estabilidad en suministros soberanos frente al cruel bloqueo yanqui.
En tanto que cada colectivo parte de un contrato no encuentre las vías y fórmula para exijir por la indemnisación de cada contrato colectivo o individual comprometido incumplido la cadena cambiará sus eslavones, aquellos para lo cual la inversión del dinero social fue realizada; para satsfacer su real objeto de trabajo lograr el suministro estable del buchito de café familiar; además del destinado a unidades de Comercio y gastronomía y cuando sea suficiente entonces para la exportación mercantil. Incluso esa noble acción seguirá siendo una DISTORSIÓN a su encomienda encadenada al ver cómo la baja producción de los productores nacionales del tradicional grano les falta una y otra vez en deterioro a la legalidad asumida por todos, también los bancos y factores financistas, ninguno por cierto privado, ni grupales. Para la Torrefactora y sus factores que velan por los contratos de producción y suministros de materias primas; para ellos no debe ser del todo legítimo que se encuentren soluciones al margen de los primeros proyectos con inversores nacionales, antes de acudir a puertos extranjeros capaces de proveerlos de café robusta y arábico.Gracias.