Los talleres de verano serán utopía en cualquier lugar de esta geografía, pero en calle 76, esquina a 41, en el municipio artemiseño de San Antonio de los Baños, la costumbre moldea no solo la arcilla sino sueños, ilusiones y aptitudes de los niños.

Maday Acosta Posada, la actual líder del emprendimiento familiar, heredado de su padre, y miembro de la Asociación Cubana de Artistas Artesanos, compartió por una semana sus tradicionales quehaceres, con la inocencia de quienes sueñan ser artesanos, y ubicaron a la cerámica y la creatividad como protagonista de su período estival.
Ya esta es la tercera ocasión que reunimos a los niños -la mayoría del Ariguanabo- para enseñarles técnicas relacionadas con el barro.

Las obras individuales logradas van después a un mural colectivo en una pared común. De ahí el contar con un primer mural que es un árbol y cada uno aportó frutos en sus ramas, comenta Maday.
En 2024 crearon fachadas inspiradas en su pueblo, quizás, las mismas soñadas para rescatar un día su vecindad, dado el deterioro de la ciudad, creada por inmigrantes canarios casi tres siglos atrás.

Manos en la obra
Indiana Selles Pérez, ha sido alumna de verano de Barro sin Berro, y aunque siempre muestra su atrevimiento por dibujar, en las bolsas comercializadas la familia, con el uso de pintura acrílica para plasmar flores, animales, alegóricas a Cuba, como nuestra identidad nacional, y en el Taller su realización personal llegó más lejos.

“Nada más por verles atentos a sus propios dibujos, algunos en una tradicional hoja, en el teléfono móvil u otros soportes, singularizando cada detalle de su proyecto, vale la pena el encuentro, nos dice con semejante emoción Maday, quien sabe cuánto posterga para poder llenar de mesas, sillas e infantes el taller donde normalmente moldean tazas, jarras, y otras variedades de producciones utilitarias.
Jorge Armando Acosta Álvarez, el ceramista mayor, padre de Maday, no ha dejado de participar en los talleres. Muestra habilidades manuales e intercambia conocimientos de mezclas de barro, zeolita, feldespato, fórmula química —esta última— dada por la combinación de elementos, nos aclara.
Este año el Taller de Verano se dedicó a las flores, así que hubo tonos, formas y colores diferentes con la impronta infantil, y en breve habrá otra pared para la historia, grabada con la voluntad de la familia ceramista, en la tierra del también cantautor Silvio Rodríguez.
“Ellos trasladan ideas, nos mueven el pensamiento, participan, comparten, preguntan, y nosotros intentamos descubrirles el talento. Somos privilegiados”, asegura, mientras les enseña cómo usar el pincel o poner taquitos en la obra frente a ellos.
“La estabilidad en el área comercial en las tiendas del Fondo Cubano de Bienes Culturales donde proponemos nuestras producciones, hacen posible este tiempo de aprendizajes y saberes compartidos.
“El material usado durante estos cinco días, representa unas 300 tazas como promedio; no obstante, es un aliciente recibir la energía de los niños”, expresa.
Los propios trabajadores de Barro sin Berro preparan las paredes a donde van las obras, que están en el proceso de secado unas semanas para crear un mural colectivo, capaz de perpetuar asombros, halagos, deditos mostrando su mejor obra; quizás la primera de otras tantas, pues el taller puede ser la arrancada hacia el mundo del arte.
No se equivocó Mahatma Gandhi a unos 15 000 kilómetros de distancia de Cuba. Casi dos siglos después su pensamiento revive en una familia del Ariguanabo: “La cultura de una nación reside en los corazones y en el alma de su gente”.
Acerca del autor
Desde 2005 el periodismo me abre las puertas en Radio Artemisa, con la posibilidad de reorientar mi carrera al cursar estudios en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Soy licenciada en Educación, en la especialidad de Defectología, y ya había cumplido varias tareas, incluso en la Unión de Jóvenes Comunistas.
Los resultados en el medio radial me condujeron a que, en 2011, al crearse la provincia de Artemisa, ocupara la responsabilidad de Corresponsal Jefa de la Agencia de Información Nacional, nombrada poco después Agencia Cubana de Noticias.
En ese mismo tiempo, alternaba como parte del ejecutivo de la Unión de Periodistas de Cuba, en el territorio, y posteriormente me desempeñé como su Presidenta; hasta que, en agosto de 2014 la dirección del Partido me designó directora del su Órgano Oficial, el periódico El Artemiseño, labor que continúo desempeñando.
Las funciones de dirección siguen aportando a la pasión por el periodismo, de ahí que mantenga publicaciones del acontecer de mi provincia en mi órgano de prensa Artemiseño, y en medios nacionales de comunicación, con mayor estabilidad, y representando tanto de compromiso como de orgullo, en el periódico Trabajadores.

