Al reiniciar el teléfono celular con frecuencia se pueden resolver o evitar problemas.
Si lo haces, mejora del rendimiento porque reduce la lentitud y bloqueos temporales al cerrar aplicaciones y procesos en segundo plano que consumen recursos innecesariamente.
Libera memoria RAM, permitiendo un funcionamiento más fluido y rápido, así como optimiza el uso de la batería y reduce su desgaste al cerrar aplicaciones que consumen energía en segundo plano y calibra mejor el consumo energético.
Se borran errores menores y fallos temporales que afectan la estabilidad del sistema operativo.