El presidente ruso Vladimir Putin y el homólogo estadounidense Donald Trump se reunieron este viernes 15 de agosto en la base militar de Elmendorf-Richardson de la ciudad de Anchorage, Alaska, luego de seis años sin estrecharse las manos. La reunión ha sido calificada como histórica.

El encuentro tiene lugar en un contexto de gran tensión geopolítica, principalmente por la prolongada guerra en Ucrania, conflicto que dura más de tres años y medio. La reunión marca la primera vez que el presidente ruso Vladimir Putin pisa suelo estadounidense desde el inicio de la Operación Especia Militar en Ucrania en febrero de 2022.
El objetivo declarado de la cumbre es avanzar hacia un posible alto el fuego en Ucrania. Trump, quien durante su campaña electoral prometió acabar con la guerra en 24 horas, quiere presentarse como un pacificador capaz de lograr un acuerdo de paz.
Desde el Kremlin el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, confirmó el jueves que el conflicto ucraniano estará en el centro de la mesa. “Es evidente que se debatirán cuestiones relacionadas con la solución del conflicto en Ucrania. El contenido es muy complejo y multifacético”, indicó el funcionario.
“El presidente Putin y el presidente Trump están dispuestos a dialogar y discutirán los temas más difíciles”, declaró el portavoz, y agregó que se hizo todo lo necesario para la reunión y se cumplieron todos los parámetros.
El encuentro de Alaska es un primer cara a cara para tantear las posiciones de ambas partes. Trump señaló anteriormente que, tras los resultados de esta primera cumbre, se podría organizar una reunión más amplia e importante que incluiría al líder del régimen ucraniano Vladimir Zelenski, y potencialmente a representantes europeos.
En este sentido Zelenski afirmó, el martes, que la reunión entre Vladímir Putin y Donald Trump puede considerarse como una “victoria personal” del presidente ruso. “Putin se reunirá en territorio estadounidense, lo que considero una victoria personal para él”. De igual forma amenazó con no reconocer los resultados de las conversaciones entre los mandatarios. Pero no descartó la posibilidad de celebrar un encuentro trilateral.
Según reportes de prensa, desde la Unión Europea manifestaron que su inquietud radica en que Trump pueda aceptar las propuestas de Putin para resolver el conflicto ucraniano sin tener en cuenta sus posiciones.
El inquilino de la Casa Blanca expresó anteriormente que cree que Putin está listo para negociar, pero también bajó las expectativas calificando la reunión como un ejercicio preliminar para escuchar. Por su parte, desde el Kremlin indicaron que no esperan la firma de acuerdos formales en esta cumbre, pero sí diálogos sobre la guerra, cooperación económica y seguridad global. La intención rusa es reanudar y normalizar las relaciones con Estados Unidos.
La delegación del país eslavo la integran, además de líder ruso, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov; el ministro de Defensa, Andréi Beloúsov; el ministro de Finanzas, Antón Siluánov; el asesor presidencial Yuri Ushakov; y Kiril Dmítriev, representante especial de la Presidencia rusa para la cooperación económica con países extranjeros, reveló el jueves el propio Ushakov.
Mientras, la delegación estadounidense está encabezada por Donald Trump y la compondrán varios altos funcionarios de su gabinete como el Secretario de Estado Marco Rubio, el Secretario de Comercio y el Jefe del Pentágono.
La reunión de este viernes en Alaska arrancó a las 11:00 hora local con una conversación entre los mandatarios en formato cara a cara, que según se informa podrá durar entre 6 o 7 horas. Las negociaciones seguirán después a nivel de delegaciones, y más tarde los presidentes continuarán el diálogo.
Según informó el vocero presidencial ruso, en la mañana de este viernes, el mandatario de Estados Unidos recibió personalmente a Vladimir Putin al aterrizar. Luego, ambos líderes se dirigieron hacia el lugar del encuentro
Putin se convirtió en el primer líder ruso en visitar Alaska, un lugar cargado de simbolismo, ya que perteneció a Rusia hasta 1867, cuando el zar Alejandro II concretó la venta del territorio y de sus islas adyacentes a Estados Unidos.
La cumbre de Alaska representa un momento clave en la geopolítica actual, con dos líderes con agendas muy distintas y con la guerra en Ucrania como telón de fondo.
Trump busca mostrarse como un pacificador global y capitalizar políticamente la negociación, mientras el presidente Putin aprovecha la oportunidad para consolidar sus logros territoriales y buscar un reconocimiento global duradero. El desenlace de esta cumbre podría influir, en gran medida, el futuro próximo del conflicto ucraniano y la estabilidad global.


(12 puntos, 3 votos)
Esperamos se lleguen acuerdos entre el Presidente de Rusia y el psicópata de Trump!