Familiares y amigos me convidaron a escribir sobre el hombre, el estadista, el líder, el paradigmático Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Tuve el privilegio de estar cerca de él en coberturas periodísticas a lo largo de mis cincuenta y cuatros años como fotorreportero.
Recuerdo perfectamente la primera vez que estuve tan cerca de Fidel. Ese día él presenciaba un juego de pelota entre los equipos Industriales y Santiago de Cuba, en el Estadio Latinoamericano.
Yo estaba dentro del terreno (antes se permitía) y estrenaba una cámara-fusil Zenit PhotoSpiner, fabricada en la otrora Unión Soviética, la cual por su forma parecía un fusil.
Foto: José Raul Rodríguez Robleda
Había acabado de comenzar el juego. Estaba enfrascado en mi objetivo tratando de lograr una buena imagen, cuando un oficial del Ministerio del Interior (Minint) se acerca y luego de realizar algunas preguntas sobre el equipo me dijo que lo acompañara. Nervioso, pues no sabía de qué se trataba, le seguí y de pronto me vi frente a Fidel…
Me saludó y me preguntó las características de la cámara y su procedencia. Le dije todo lo que sabía y le comenté que precisamente, era mi primer día con esta. El Comandante la cogió entre sus manos, la llevó hacia su cara y puso el ojo detrás del visor. Luego apuntó hacia el terreno donde estaban los peloteros e hizo como si fuera a darle al gatillo, que funcionaba como un obturador. Luego me la entregó y con una expresión de aceptación dijo: «se ve buena» … Lamentablemente, no quedó una imagen de ese instante.
Continué mi labor con una emoción indescriptible. Volví a estar cerca de él en disímiles eventos: inauguración de campamentos de contingentes agropecuarios, en la antigua provincia La Habana, en escuelas, en eventos deportivos (de boxeo, béisbol, natación), así como también en actos políticos y culturales.
Evoco una reunión muy importante con compañeros del Ministerio de la Industria Básica y de otras instituciones en las cuales se hablaba de cortar las ramas largas de los árboles para evitar males peores en la temporada ciclónica o de huracanes y uno de los participantes calificó la misión como tala de árboles indeseables. Fidel lo interrumpió y preguntó; «¿quién le ha dicho a usted que hay árboles indeseables?» y dio una conferencia magistral de botánica y medio ambiente.
Siguieron otros acontecimientos importantes para Cuba y el mundo: visitas de presidentes y primeros ministros de diversos países, así como personalidades de las letras y de la cultura en general, a quienes Fidel recibía.
En muchos de esos encuentros estuve cámara en manos, pero la XV Feria Internacional del Libro de La Habana, en las fortalezas coloniales del Morro y La Cabaña, dejó marcas en mi memoria. Allí, unos protagonistas muy especiales: los mandatarios venezolano Hugo Chávez y Fidel Castro, a quienes por primera vez vi juntos.
Cuánta alegría y felicidad tenían ambos. Tan cerca estuve de ellos que sin quererlo escuchaba la conversación que sostenían y Fidel jaraneó con Chávez y provocó esa sonrisa de ambos que muestra la foto.
Homenajear con este fotorreportaje a Fidel es brindar tributo a lo que él siempre representó.