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Inmerso en múltiples proyectos, algunos de estos con carácter social y comunitario como su reciente y altruista aporte a la rehabilitación de la sala permanente dedicada a Lázaro Peña en el Centro Cultural Palacio de los Torcedores, y su activa participación, a través de su proyecto Enmarcarte, como coauspiciador del Concurso Nacional de Poesía Regino Pedroso, el prolífico creador de las artes visuales Erik Varela Ravelo es uno de esos artífices que sobresalen por su calidad humana y por ese recurrente interés por hacer del arte uno de sus principales propósitos existenciales.
En esta ocasión dialogamos con este maestro para conocer algunos detalles relacionados con su fecunda obra.
Pregunta: Erik, su obra ha sido descrita como una ventana hacia la cultura, la historia y la idiosincrasia cubanas. ¿Cómo define usted su trabajo artístico?
Erik Varela Ravelo: Mi obra parte de una reflexión profunda sobre la sociedad cubana contemporánea. Utilizo símbolos muy ligados a nuestra identidad, como el Malecón habanero, el faro del Castillo de los Tres Reyes del Morro y otros íconos nacionales. Mis cuadros expresan inquietudes, esperanzas y nostalgias que forman parte del alma de Cuba. La pintura es para mí un lenguaje para mostrar esos contrastes entre alegría y tristeza, luz y sombra, realidad y simbolismo.
Pregunta: Se habla mucho del uso del color en su obra, especialmente los colores cálidos del Caribe. ¿Qué papel tiene el color en su trabajo?
Erik Varela Ravelo: El color es fundamental. Los tonos cálidos y brillantes evocan la esencia de nuestra región y el sentir popular. Contraponer colores fríos y cálidos me permite crear atmósferas muy expresivas que no sólo llaman la atención, sino que también encierran narrativas y emociones. El cromatismo es una declaración de identidad, de pertenencia y también de ese espíritu vibrante que caracteriza al Caribe.
Pregunta: Uno de los elementos recurrentes en su obra son las sombrillas o paraguas. ¿Qué significado tienen para usted?
Erik Varela Ravelo: La sombrilla es un símbolo antiguo y muy rico. En algunas culturas representa la realeza, la protección, la riqueza, o incluso la austeridad. Para mí, es una metáfora visual que conjuga elementos de luz, sombra, protección y misterio. Es como una cápsula que invita al espectador a abrir su mente y adentrarse en lo que está oculto más allá de la superficie visible.
Pregunta: ¿Cómo ha sido su camino personal y profesional en el arte?
Erik Varela Ravelo: Aunque estudié de manera básicamente autodidacta, he aprendido mucho con la práctica y el contacto directo con el arte contemporáneo cubano. En poco más de diez años he tenido la oportunidad de desarrollar mi estilo y recibir reconocimientos como el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad del Instituto Americano Cultural de México. Además, soy fundador del Proyecto Cultural Enmarcarte, lo que me ha permitido apoyar la promoción del arte cubano.
Pregunta: ¿Qué mensaje o experiencia espera transmitir al público con sus obras?
Erik Varela Ravelo: Mis trabajos quieren ser un reflejo poético y crítico de nuestra realidad social y cultural, pero también una invitación a pensar, sentir y descubrir nuevos significados. Busco que el espectador no solo perciba la belleza visual sino que también se cuestione, conecte y se abra a la interpretación personal. La pintura, para mí, no es sólo imagen, es experiencia.
Pregunta: Cómo describirías la influencia de la cultura cubana en tu obra artística
Erik Varela Ravelo: La influencia de la cultura cubana en mi obra artística es fundamental y profundamente arraigada. Utilizo símbolos y elementos representativos de la identidad nacional, que evocan la historia, la vida cotidiana y los contrastes de la sociedad cubana. Los colores cálidos y vibrantes del Caribe que predominan en mis cuadros son reflejo del carácter alegre y resiliente del pueblo cubano, pero también de su nostalgia y complejidad emocional. Mis obras buscan captar ese dinamismo, dualidad y riqueza simbólica propia de nuestra cultura, invitando al espectador a explorar y conectar con la experiencia cubana desde una perspectiva poética y crítica.
Pregunta: Cómo ha evolucionado tu estilo autodidacta a lo largo de los años
Erik Varela Ravelo: Mi estilo autodidacta ha evolucionado de manera orgánica, impulsado por la observación constante y la experimentación personal. Al principio, mi trabajo se nutría de una búsqueda técnica y una familiarización con los materiales y soportes. Con el tiempo, al interactuar con otros artistas y profundizar en el arte contemporáneo cubano, comencé a incorporar a mi obra un mayor nivel de simbolismo y reflexión conceptual.
He aprendido a valorar la intuición y la espontaneidad en el proceso creativo, permitiéndome explorar nuevas composiciones, texturas y diálogos entre los colores. Cada etapa de mi desarrollo artístico ha dejado huellas visibles: desde un trazo más libre y expresivo hasta una mayor estructuración compositiva y simbolismo en los elementos que utilizo, como las sombrillas y los paisajes urbanos.
La autodisciplina de aprender por mi cuenta también me ha enseñado a ser más crítico con mi producción y a buscar la coherencia entre lo que expreso y lo que siento. Ese tránsito me ha permitido fortalecer mi identidad artística y mantener la frescura y curiosidad creativa como motores principales de mi obra, respondiendo así a los cambios y matices de la realidad cubana que intento plasmar en mis cuadros.
