
Sustantivas transformaciones se han producido en el escenario laboral y sindical del país, como resultado de la descentralización de facultades a la Empresa Estatal Socialista para dotarla de mayor autonomía, la recomposición del empleo ante el crecimiento y diversificación del sector privado y la dinámica de cambios que se vienen aplicando en el marco jurídico regulatorio, preservando las bases esenciales de la equidad y justicia social.
Los frutos de ese esfuerzo transformador se han visto notablemente afectados por el recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos, que entre otros daños, provoca una pérdida considerable de los ingresos en divisas del país.
Sin dejar de reconocer nuestras ineficiencias y errores, esta es sin dudas la causa esencial de los actuales desequilibrios macroeconómicos de la contracción de la actividad productiva; la inexistencia de mercados mayoristas para el reaprovisionamiento de materias primas e insumos; la parcial dolarización de la economía; y de los niveles de inflación y escasez de oferta de bienes y servicios que han generado altos precios y provocado un importante deterioro de la capacidad adquisitiva de los salarios y las pensiones, con la consecuente fluctuación laboral de trabajadores de alta calificación profesional.
En este complejo contexto, en que ha sido aprobada la proyección del Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía, la Central de Trabajadores de Cuba convoca a la celebración de su XXII Congreso, cuyo proceso orgánico se desarrollará durante el año 2024 y se prevé realizar sus sesiones finales en abril de 2025.
En cada etapa de su cronograma nos hemos planteado un ejercicio de reflexión y debate profundo, crítico y propositivo, que legitime la participación de nuestros afiliados en la construcción de consensos, consolide el liderazgo sindical en la misión de representar los derechos y garantías de los trabajadores, y asegure una mayor efectividad en su movilización para impulsar con eficiencia nuestros programas de desarrollo potenciando el aporte de la ANIR y garantizando en primer lugar la defensa de la Patria.
Al propio tiempo, estas jornadas deben contribuir a consolidar la unidad del movimiento obrero y sindical desde una acción y práctica democrática, potenciando los espacios que tenemos ganados por derecho, como la asamblea de afiliados y trabajadores, el consejo de dirección, la sindicalización y la Negociación Colectiva. Será también oportunidad para fortalecer la selección de cuadros y sus reservas, asunto de carácter estratégico; sistematizar la capacitación económica, jurídica y laboral; recuperar la emulación socialista, así como desterrar los formalismos en el enfrentamiento a las campañas mediáticas de subversión ideológica y colonización cultural.
Trabajadores:
En la clausura del 8vo. Congreso del PCC el compañero Díaz-Canel señaló:
“No marchamos sobre una ruta probada. Estamos desafiados a innovar constantemente, cambiando todo lo que deba ser cambiado, sin renunciar a nuestros más firmes principios. Sin apartarnos jamás del concepto Revolución que nos legó el líder invicto de esta proeza, pero libres de ataduras rígidas y conscientes de los posibles equívocos que entraña hacer camino al andar”.
En el tránsito por ese arduo camino, a nuestra clase obrera en el ejercicio de un poder real conquistado con el esfuerzo y el sacrificio de muchas generaciones, le corresponde marchar a la vanguardia del pueblo en el ineludible empeño de garantizar que Cuba sea siempre soberana, independiente, socialista y cada vez más democrática, próspera y sostenible, seguros de la victoria.
¡Por Cuba juntos creamos!
Secretariado Nacional de la CTC
10 de enero de 2024
