El desarrollo de la ganadería bufalina es una de las acciones con las que la actual Empresa Agropecuaria Ruta Invasora, ubicada en el Consejo Popular de Jicotea, a escasos kilómetros al oeste de la ciudad de Ciego de Ávila, busca incrementar la producción de leche y carne, a pesar de la compleja situación económica del país y los obstáculos del cada vez más recrudecido y brutal bloqueo yanqui.

Es una apuesta adecuada, dadas las actuales circunstancias, muy lejos de las que otrora, siendo una entidad pecuaria, le permitieron acopiar en un año 11,5 millones de litros de leche, como afirma Rafael Menéndez Madrigal, hace apenas unos meses designado como director general para sacarla del declive presente desde hace un tiempo en su gestión.
No es un improvisado, pues tres décadas atrás fue directivo en la entidad y conoció de sus bondades, antes de ser promovido para encabezar otra empresa del Ministerio de la Agricultura en la provincia.
La estrategia la corroboran jefes de lecherías bufalinas, como Pablo Álvarez Gómez y Liumar González Morales. Coinciden en destacar las bondades de ese ganado como su rusticidad, resistencia a enfermedades y parásitos; posibilidades para alimentarse de pastos de baja calidad, natalidad por encima del 90 por ciento y, sobre todo, por su leche.

“Mire, con menos de tres litros de la de búfala se hace una libra de queso blanco, mientras que se necesitan alrededor de cuatro o más cuando se utiliza la de vaca”, ejemplifica Pablo, jefe de la lechería El Recreo, en donde tiene 41 hembras, todas en gestación, y un semental.
Eso se tradujo en buenos ingresos para los trabajadores en la campaña de acopio de leche bufalina, cuyo pico es de septiembre a diciembre, época en la que, según Liumar, él y el vaquero que tiene laborando en La Giraldilla, llegaron a ganar hasta 35 mil pesos mensuales.
En la lechería hay 34 búfalas, la mayoría con fechas de su próximo parto entre agosto y octubre, como es habitual en Cuba, gracias al cariño que les tiene el único macho en plantilla.
Los ingresos comenzaron a declinar paulatinamente según fue disminuyendo la producción lechera a partir de enero hasta su cese en mayo.
“Ahora ganamos unos 12 mil pesos, haciendo las labores necesarias para atender bien a los animales”, explica Liumar.
Según los últimos datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), correspondientes a abril de 2025, el salario medio mensual en el sector estatal y presupuestado de Cuba se situó en 6 506,5 pesos.

Una mirada hasta el 2030
Como modesta contribución a que la provincia avileña ganara la sede del acto central por el aniversario 72 del asalto a los cuarteles Moncada y Céspedes, la empresa Ruta Invasora habilitó tres nuevas lecherías bufalinas, con las cuales suma 7 de esas instalaciones en explotación.
La Unidad Empresarial de Base (UEB) Bufalina cuenta así con 771 animales, de ellos 220 hembras en ordeño y 173 buvillas; 20 candidatos a sementales, mientras el resto son terneras y terneros; añojas y añojos; buvillos, así como búfalos toros en ceba, detalla Marlene Hernández Veliz, su directora.
Agrega que, en la más reciente campaña lechera, de septiembre a mayo, acopiaron 112 mil litros, de 94 mil previstos, en tanto de enero a junio entregaron 13,4 de las 19 toneladas de carne planificadas en el año.
“La leche se destina fundamentalmente a la elaboración de queso y yogur para la venta a la población en ferias comerciales y a organismos, con prioridad centros de la Salud y Educación”, asegura Marlene.
“Antes de finalizar el año tendremos otras tres lecherías bufalinas”, afirma Kenier Argüelles Prado, director adjunto de la empresa, y explica que sumándolas superan la mitad de las incluidas en las proyecciones de desarrollo hasta 2030, cuando pretenden tener 15 unidades.
Agrega que, con ellas, Ruta Invasora dispondrá de mil hembras en la producción, entre búfalas vacas y novillas, necesarias para obtener alrededor de un cuarto de millón de litros de leche en cada campaña.

En este punto es necesario señalar que un litro de leche de búfala equivale a 1,7 litros de la de vaca por tener mayores valores de sólidos totales, grasa, proteína y lactosa, además de calorías, lo que la hace excelente para, además de diversos tipos de quesos y yogur, obtener leches en polvo y maternizadas; helados y dulce de leche.
Kenier aclara que los animales que crían son mestizos obtenidos del cruzamiento de las razas Buffalypso y de pantano o Carabao, importadas inicialmente de Panamá, Trinidad-Tobago y Australia, que se adaptaron al ambiente de Cuba. De la primera heredan sus características lecheras, sin perder cualidades de rusticidad y resistencia.
Rafael Menéndez Madrigal, el director de Ruta Invasora, recuerda que en 1993 se trajeron los primeros 20 búfalos a la empresa, pero reconoce que el programa de desarrollo no avanzó más rápido porque tuvo muchos detractores debido a que las vacas producen más leche, aunque de inferior calidad.
Pero la realidad ha desbordado a cualquier argumento en contra y las evidentes ventajas de la cría del ganado bufalino, en las actuales circunstancias económicas, impulsan el programa en todo el país.
En la Empresa Agropecuaria Ruta Invasora para la alimentación de los animales apelan a los pastos naturales y artificiales, además por forrajes como king grass, yerba de guinea y plantas proteicas. Simultáneamente se trabaja en la recuperación de molinos de viento para asegurar el abasto de agua en las lecherías.
“Pensar que fui de los que en aquel tiempo ordenó quitarlos para usar bombas de agua con motores diesel”, rememora no sin cierto pesar, reconociendo que a larga resultó un error.
Importantes acciones porque los búfalos son animales mansos, pero con instinto gregario (grupal), por eso, ante la falta de alimento y agua, tienden a emigrar en su búsqueda y a invadir los sembradíos.
Al calor del 26 de julio en Ciego de Ávila, el programa bufalino tomó un impulso mayor en la Empresa Agropecuaria Ruta Invasora y está en franco proceso de expansión y consolidación.
Coincide Menéndez Madrigal en que es una apuesta firme y apropiada para incrementar la producción de leche y carne no solo en su entidad, sino además en Cuba.

