Cargando...Toda una gran sarta de falsedades y mentiras lanzaron a la opinión pública los medios de comunicación de la autotitulada “gran prensa” o “prensa seria” en Cuba al producirse los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en las ciudades de Santiago de Cuba y Bayamo, respectivamente.
Aquella maniobra mediática tenía el marcado propósito de falsear las motivaciones patrióticas que guiaron a los combatientes revolucionarios liderados por el joven abogado Fidel Castro Ruz, quienes inspirados en el ideario de José Martí, asumieron con decoro la misión emprender la línea insurreccional y revivir el legado independentista por el cual ofrendó su vida.
Además de la censura de prensa proveniente del régimen dictatorial de Fulgencio Batista, tuvo lugar de inmediato la clausura del diario Hoy, órgano del Partido Socialista Popular y de la clase obrera, con el fin de ocultarle al pueblo la verdad de lo acaecido en ambos enclaves militares, en el oriente de la Isla.
¿Cuáles fueron algunas de las falsas noticias a pocas horas de la heroica gesta?
En la noche del día 26 el ministro de Información de Batista implicó al ex presidente Carlos Prío Socarrás como uno de los principales promotores de lo acontecido.
Batista con acostumbrado ego calificó las acciones como una “obra de locos”, y se refirió a la existencia de un plan para asesinarlo.
Desde el periódico Alerta, su director Ramón Vasconcelos opinaba … “Lanzar a la muerte a un puñado de insensatos es un crimen abominable. Hacer caudal sectario de un hecho desventurado sería rebajar la condición noble de nuestro pueblo…Que nunca jamás unos cubanos se maten con otros cubanos por pasiones políticas que con cordura y mutua tolerancia tendría satisfactoria solución
Como parte de la cadena de calumnias, el periódico “Prensa Libre” afirmaba que “unos criminales armados con dinero robados a la salud del pueblo los asaltan y matan a cuchilladas a nuestros hombres y le rociaban el rostro con perdigones de escopetas recortadas.”
De igual modo, personeros del gobierno se hacían eco de las informaciones divulgadas por el régimen cuando tildaban a los jóvenes revolucionarios como “mercenarios”, “asesinos”, “aventureros” y “locos”, con el objetivo de desprestigiarlos y desvirtuar el empeño libertario.
Mientras continuaba la ola de asesinatos y persecuciones a los sobrevivientes del asalto, uno de los principales el ultrarreacionario Diario de la Marina anunciaba completa normalidad en la región oriental.
Por entonces y durante varios años, el pueblo no pudo aquilatar con exactitud la epopeya del 26 de julio de 1953. Con el triunfo de la Revolución Cubana las acciones de tan memorable día fueron conocidas en su totalidad y de esa manera apreciar en toda su magnitud el sacrificio de aquella valiosa pléyade de jóvenes.
Acerca del autor
Graduado de Licenciatura en Periodismo, en 1976, en la Universidad de La Habana. Hizo el servicio social en el periódico Victoria, del municipio especial isla de la Juventud, durante dos años.
Desde 1978 labora en el periódico Trabajadores como reportero y atiende, desde 1981 temas relacionados con la industria sideromecánica. Obtuvo premio en el concurso Primero de Mayo en 1999 y en la edición de 2009. Es coautor del libro Madera de Héroes.
