La Empresa Territorial Comercializadora del Libro en Artemisa, motivada por el aniversario 72 del asalto a los cuarteles Guillermón Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, reinauguró tres de sus instalaciones después de un proceso de reparación.
Parte del colectivo de 136 trabajadores cambió las rutinas para “ponerse las botas” y andar entre nuevas cubiertas, cemento, áridos, pinturas y retoques, para recibir el 26 de Julio con nuevas oportunidades de servicios.
Julio César Yoquis Ramos, director general de la Empresa, cortó la cinta de reinauguración en la librería Dionisio Chirino de Candelaria. Después de seis meses de remodelación, cerrada por malas condiciones, sobre todo en la cubierta, agravadas por el evento climatológico de noviembre 2024.
Además del colectivo de la librería laboró la Empresa de Mantenimiento Constructivo, perteneciente también al Grupo Empresarial Artemisa (GEA).
“La obra tuvo un valor aproximado de 500 mil pesos, pues la mayoría de los recursos los tenía la entidad, explicó Jesús Díaz González, director de la misma hace 12 años, con unas tres décadas en la misma empresa, antes en San Cristóbal.
“La considero una semilla de la cultura del pueblo, por ello no podía ser una cueva, sino un espacio alegre como este, con valiosos ejemplares que invito a leer y donde un día podrá estar en versión física mi libro de cuentos en Braille Nunca más,” anhela el joven escritor candelariense débil visual, Juan Manuel Méndez Pérez.
En Caimito, municipio sede de las actividades provinciales por el 26 de Julio, se reabrió Los Pinos Nuevos, librería que pondera las alianza entre el arte y la literatura.
Milay Sierra Castillo, miembro de la Asociación Cubana de Artistas Artesanos, y ahora directora del lugar, propone sus obras de muñequería juntos a textos de gran valía, para avivar los hábitos milenarios de leer y coser.
Sergio Suárez Bermúdez, director del GEA, expresó que “aspiran a rescatar parte de la vida cultural de los caimitenses. Los escritores del municipio tendrán un estante con obras de la Editorial Unicornio, la cual tiene en el costero municipio exponentes de gran prestigio”, acotó.
Más allá de las 11 librerías municipales, la Empresa del Libro cuenta con una fábrica procesadora de cartón, en San Antonio de los Baños, y un poligráfico en Bejucal, Mayabeque, más imprentas en Bahía Honda, Artemisa, Alquízar, Güira de Melena y Bauta, esta última también beneficiada por los aires del 26 de Julio y la constancia de su pequeño colectivo.
Liderados por María del Carmen Pérez Álvarez, con 32 años en la Empresa, les avala la impresión de alrededor de 500 millares de modelaje para empresas de la provincia en 2024, con utilidades suficientes para no depender de su salario básico, 2 800 pesos mensuales.
El asombro mayor está en sentir el tipógrafo A, con destreza acumulada en 50 años de trabajo, echar a andar la impresora manual de los años 1800 rescatada con tantas mañas como cariños por el uso de las tipografías de plomo.
Otras obras también se han impulsado en Artemisa, incluso el cumplimiento de planes productivos en algunas empresas, siendo esta una de las efemérides de la historia de los cubanos que cala hondo en los artemiseños, de ahí las ferias comerciales y otras opciones recreativas en la Plaza 26 de Julio para celebrar los 72 años del Moncada.