Este domingo 20 de julio, al finalizar el rezo del Ángelus, León XIV lanzó un enérgico llamado por la paz en el que expresó su profundo dolor por las víctimas del ataque israelí contra la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza y exigió “el cese inmediato de la barbarie”.
El templo fue alcanzado el jueves 18 de julio por la mañana. Allí se refugiaban unas 600 personas. Tres gazatíes murieron en el ataque, y varios más resultaron heridos, entre ellos el párroco, el padre Gabriel Romanelli.
El suceso rompió la tranquilidad de la residencia de verano del Santo Padre en Castel Gandolfo, y desde allì realizó sus pronunciamientos de condena. Mencionó por sus nombres a las tres víctimas: Saad Issa Kostandi Salameh, Foumia Issa Latif Ayyad y Najwa Ibrahim Latif Abu Daoud y dijo estar “cercano a ellos y a sus familias” en este doloroso momento.
“Este acto, lamentablemente, se suma a los continuos ataques militares contra la población civil y los lugares de culto en Gaza”, señaló el Papa.
“Pido una vez más que se detenga de inmediato la barbarie de la guerra y que se alcance una resolución pacífica del conflicto”, y exhortó a la comunidad internacional a respetar el derecho humanitario y a cumplir con su deber de proteger a la población civil, rechazando el castigo colectivo, el uso indiscriminado de la fuerza y el desplazamiento forzado de personas.
En su mensaje el líder religioso se dirigió a las comunidades cristianas del Medio Oriente a quienes les comunicó “comprendo vuestro sentimiento de que pueden hacer poco ante esta dramática situación. Están en el corazón del Papa y de toda la Iglesia. Gracias por vuestro testimonio de fe”.
Este mismo domingo, mientras regresaba de celebrar misa en la cercana localidad de Albano, el Papa conversó con los periodistas que aguardaban por sus declaraciones a quienes subrayó la urgencia de rezar por la paz y convencer a todas las partes a dialogar y deponer las armas:
“El mundo ya no soporta más la guerra”, advirtió. “Hay demasiados conflictos, demasiadas guerras”.
Al ser consultado por su llamada telefónica del viernes 18 con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, León XIV confirmó que insistió en la necesidad de renovar los esfuerzos por poner fin al conflicto y expresó su preocupación por el “precio desgarrador” que están pagando los civiles en Gaza.
“Insistimos en la necesidad de proteger los lugares sagrados de todas las religiones”, dijo el Papa León, “y de respetar a las personas y los lugares sagrados e intentar dejar atrás toda la violencia y el odio”.