“Todos los días, desde la dirección del país, el Ministerio del Interior, la Fiscalía General de la República, el sistema de tribunales y los órganos que se encargan de enfrentar el delito, la corrupción y hacer valer la tolerancia cero a las drogas, se trabaja duro, pero estamos en una situación de crisis y se han acumulado tantos problemas que la población todavía no ve que eso sea suficiente. Hay personas que temen salir de noche a la calle”, dijo el diputado Yaisel Osvaldo Pieter Terry, ante la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional.
“Los colectivos laborales están enclavados en demarcaciones y son parte de los Consejos Populares. Es importante preguntarnos qué más podemos hacer en esos espacios por la prevención desde el movimiento sindical; cómo contribuir al enfrentamiento al delito y la corrupción; cómo tener un efectivo control de los recursos estatales.
“Defendemos que la Guardia Obrera es importante pero no es lo único; lo más importante hoy es que desde la Asamblea General de Afiliados y Trabajadores se cumpla con la Resolución 146 de la Contraloría General de la República, que establece la metodología para la rendición de cuentas de la dirección administrativa ante el colectivo laboral.
“En esas reuniones no basta hablar del cumplimiento de planes y del uso adecuado del presupuesto, hay que referirse también al control interno (Resolución 60), sumar a los trabajadores al enfrentamiento a los hechos de corrupción y al uso indebido de los presupuestos. La administración debe explicarnos en qué gasta hasta el último centavo y hacia dónde destina los presupuestos de gastos del organismo.
“Este asunto implica, además, cuestionar las relaciones de los colectivos laborales con el sector no estatal y exigir transparencia absoluta a la gestión de los principales jefes. Tenemos que ser capaces de involucrar a los trabajadores en el llamado realizado por nuestro primer secretario del Partido y presidente Miguel Díaz-Canel en el control popular: sumar, sumar, sumar y participar junto a la comunidad en eso que llamamos responsabilidad social de las entidades para enfrentar estos fenómenos a nivel de barrio y de consejo popular.
“Hay lugares donde se hacen bien las cosas, donde el director rinde cuentas, existe la Guardia Obrera, los trabajadores participan y se debate cómo cuidar los medios. En esos casos los colectivos laborales tienen claro que cuando hay un robo o un fenómeno que afecta el funcionamiento interno de la entidad hay menos utilidades para distribuir y tampoco se pueden mejorar las condiciones de trabajo; además de que la moral, los valores y principios éticos del colectivo quedará afectado.
“Entonces, cuál es la alternativa, ¿proteger y participar para tener mejores condiciones de trabajo, ganar más salario, tener mejores sistemas de pago o no cuidar ni controlar y que sucedan hechos delictivos?”
En su intervención hizo referencia al tema de la inseguridad ciudadana…
“No podemos negar que existe articulación en materia de prevención a nivel nacional, se hacen reuniones, coordinaciones…, pero hay que hacer mucho más, el rigor mayor debe estar en las provincias, municipios y Consejos Populares”.
¿Qué puede hacer la CTC, desde los colectivos laborales, para accionar en ese sentido?
“Podríamos cooperar, quizás coordinar con la Unión de Juristas de Cuba y capacitar a los dirigentes sindicales y a los trabajadores. También tenemos la misión de sindicalizar a los trabajadores no estatales y llegar a sus espacios laborales para fomentar la cultura jurídica en materia de prevención.
“Por otro lado, a pesar de lo que se ha avanzado en la comunicación, tenemos trabajo pendiente en los medios de comunicación y también en las redes sociales. Voy a poner un ejemplo, recientemente en Ranchuelo, Villa Clara, de donde soy diputado, asesinaron a un joven taxista, unos delincuentes lo alquilaron y lo mataron para robarle. El crimen revolucionó las redes sociales de toda Cuba de manera inmediata, pero no fue igual el impacto de la noticia de que, tras el accionar eficaz y rápido del Ministerio del Interior, habían sido apresados los culpables.
“Soy abogado de profesión, no comunicador, pero considero que en el ámbito de la comunicación no podemos seguir a la defensiva, tenemos especialistas, buenos periodistas y excelentes profesionales para avanzar en lo político-comunicacional”.
