Prefiero escribir sobre hechos y no sobre sueños. Estimo, que el oficio ha curtido algo mi espíritu por eso elijo ir a lo concreto y dejar las ilusiones para otros aspectos y aristas del oficio. Sin embargo, esta vez me saltaré esa regla. Quiero soñar con usted sobre un hecho que acaba de comenzar a cincelarse en suelo chino y creo tributará un buen puñado de alegrías en ¿2026?
Sí, por qué no, en esa fecha Cuba podría festejar una buena cosecha de sus boxeadoras en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en República Dominicana.
¿Que por qué me atrevo a tal vaticinio a escasos años del inicio de su práctica en el país? Pues no solo por la fuerza con que han irrumpido las chicas sobre el ring, ni por el empeño de su joven cuerpo técnico, sino por una base de entrenamiento que ya es una realidad en el gigante asiático y de seguro será muy bien aprovechada.
La estancia de Dinaybis de las Nieves (50 kg), Deily Sterling (54 kg), Magda Massó (57 kg), Meliza Millares (60 kg), Arianne Imbert (66 kg), Dayira Mesa (75kg) y Yoana Rodríguez (75 kg), todas con buena dosis de talento y la mayoría protagonistas de lujo de la última lid nacional, es un movimiento preciso en tiempos en los cuales las escasez obliga a exprimir al máximo las estrategias.
En China el grupo contará con las condiciones necesarias para pulirse. Ello se traduce no solamente a nivel físico, también en la posibilidad de combatir contra púgiles de mayor recorrido y estilos diferentes al que ellas han enfrentado en su joven trayectoria deportiva.
Las notas finales de esta aventura las conoceremos a su regreso. Imagino que la mayoría sean positivas. Definitivamente me atrevo a soñar. Vale la pena el riesgo, aunque sea con mujeres con los guantes puestos.