Este mes de junio, el municipio de Buey Arriba se viste nuevamente de fiesta para acoger el XXIII Encuentro de Arrieros y Fabulaciones Serranas, los días del 22 al 24, un evento único en Cuba que celebra la identidad campesina y el oficio ancestral de esos hombres y mujeres, pilares del transporte y la comunicación en las intrincadas zonas montañosas de la Sierra Maestra .

El evento reúne también a investigadores, artesanos y artistas para honrar una tradición que se transmite de padre a hijo mediante técnicas orales y prácticas como el manejo de mulos, la carga de mercancías y el relato de historias a veces fantásticas.
Al querido lugareño Hipólito Torres Guerra (1929-2021), más conocido como El Capitán Descalzo, estarán dedicadas las actividades en la ocasión y en ellas se resaltarán las anécdotas del humilde bueyarribense que fuera uno de los más cercanos colaboradores de Ernesto Guevara de la Serna, Che, en los días en que por esas zonas se libraban batallas contra la tiranía.

La temática central para este año será: Los arrieros, la importancia de su labor, las tradiciones del oficio, su interrelación con la cultura y la economía en las comunidades serranas.
Entre las actividades destacadas se encuentran las competencias tradicionales con carga y descarga de productos, corridas de cinta y desmoche de palmas, que reflejan el bregar diario de los montunos; la Noche de los Aparecidos, espacio donde se comparten leyendas de esos parajes; bailables con el órgano oriental, declarado patrimonio de la nación cubana, entre otras actividades de índole académica y culturales.
Especialistas universitarios analizan el impacto de la labor arrieril en el desarrollo cafetalero y social, así como la urgencia de recuperar la masa mular, actualmente insuficiente para las demandas económicas de Granma .
La provincia, con un alto porcentaje de su territorio en la Sierra Maestra, depende críticamente de los arrieros para el transporte de mercancías y comunicación en áreas sin cobertura móvil.
José Adrián Ruiz Mojena, arriero de 26 años, destaca que «los mulos son los únicos que llevan información y alimentos a las zonas más remotas». Por eso el evento promueve la conservación de especies como el mulo —híbrido clave para la geografía escarpada— del cual el territorio granmense cuenta con más de 4 mil cabezas, en su mayoría de propietarios privados .
Desde hace décadas la Delegación Provincial de la Agricultura, insiste en la necesidad de agilizar acciones para preservar esta actividad, vital para la producción cafetalera y la sustitución de importaciones .
El encuentro, por su parte, no solo rescata tradiciones, sino que las proyecta al futuro mediante talleres para jóvenes y la integración de expresiones artísticas como la décima y el teatro.
En un contexto nacional de desafíos económicos, este evento se erige como testimonio de resiliencia y orgullo por las raíces, recordando que, como dice el refrán arriero: «En la montaña, el mulo es las alas del campesino» .


