Mark Friedman, del sindicato Asociación Internacional de Maquinistas y activista del Comité Manos Fuera de Cuba de Los Ángeles
“Lo que sentimos en este momento es realmente importante para que la gente entienda que él (Donald Trump) puede tener su teatralidad fascista en Washington D. C., pero el verdadero poder proviene de la gente en todas partes… Esa es la esencia de las protestas de No Kings (Sin reyes). Ya tenemos más de 1900 ciudades de todo el país. Estamos viendo un aumento vertiginoso de personas que se presentan y preguntan: ¿Qué puedo hacer? Están horrorizadas por lo que está sucediendo en Los Ángeles y que quieren alzar la voz. Lo que le vamos a demostrar el 14 de junio es que el verdadero poder reside en la gente, en el consentimiento de los gobernados, no en un desfile por su cumpleaños en Washington, D. C.”, declaró el 13 de junio a Democracy Now, Leah Greenberg, organizadora nacional de Indivisible, una de las muchas agrupaciones que patrocinaron las protestas que paralizaron Estados Unidos el pasado sábado.
Y realmente cientos de organizaciones a nivel nacional se unieron a las marchas que tuvieron lugar en pequeñas y grandes ciudades, e incluyeron a un número significativo de sindicatos, veteranos de guerra estadounidenses, organizaciones de libertades civiles y comunitarias. Se estima que hubo 5 millones de participantes a nivel nacional. En varias localidades se sumaron activistas de la solidaridad con Cuba, a menudo con volantes y mesas de literatura.
Entre los reportes recibidos por este reportero se encuentra el de Barbara Mutnick, de la Coalición Cuba Sí, de Nueva York y Nueva Jersey, quien aseguró que el irónicamente llamado Día de los Reyes Magos, en Manhattan, fue multitudinario, con estimaciones de participación que van de las 100 mil a las 200 mil personas.
En esa ciudad los carteles se centraron en los derechos de los inmigrantes y el estado de derecho. Jason Corley, uno de los líderes de Cuba Sí, habló en un mitin informal ante unas mil personas en Madison Square Park. Explicó la lucha de Cuba para poner fin al bloqueo económico estadounidense durante más de 65 años y también denunció las sanciones adicionales impuestas destinadas a doblegar al gobierno cubano.
“Mi cartel favorito fue ¡Tu valentía derrite a ICE!». En otros se leía “ICE fuera de Nueva York”, en español e inglés”, relató Mutnick.
Desde la Coalición de Miami para Poner Fin al Bloqueo de EE. UU. a Cuba, Pete Seidman escribió: “Miles marcharon y nuestra mesa de literatura tuvo una gran acogida. Distribuimos cientos de volantes titulados: ¡No a las deportaciones/ No a los bloqueos! ¡Defendamos nuestro derecho democrático a protestar! ¡Construyamos puentes de amor!”
En Chicago, donde por primera vez en décadas se produjeron protestas masivas el Primero de Mayo de este año, la activista Julie Wolenski contó que un equipo de 8 personas de la Coalición Cuba en esa ciudad se unió al Centro Cultural Puertorriqueño de Chicago, organización que tiene una larga trayectoria de solidaridad con la mayor de las Antillas. Juntas participaron seis manifestaciones ocurridas en la zona, así como en el 47.º Desfile Anual por el Día de Puerto Rico, evento al que asistieron decenas de miles de personas para marchar por el centro de la urbe:
“Llevamos una pancarta contra el bloqueo, una bandera cubana y distribuimos cientos de folletos con los títulos Las sanciones de EE. UU. obligan a la migración y Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas. En su contenido demandamos el fin de las sanciones estadounidenses contra Cuba, que se elimine a Cuba de la lista de Estados terroristas (SSOT), que cesen las deportaciones, y en defensa del derecho a la libertad de expresión y de reunión”, sostuvo Wolenski.
Allí se escuchó, como en todo el país, lemas que exigen “¡Dinero para empleos y educación, no para guerra y deportaciones!”.
El Comité Manos Fuera de Cuba de Los Ángeles (LAHOC) y activistas solidarios con Cuba en varias ciudades también distribuyeron folletos. En su caso los titularon “¡No a las deportaciones! ¡No a las sanciones! ¡Defendamos nuestro derecho democrático a protestar!”.
El contenido de tales impresos advierte que “la administración Trump ha utilizado tácticas de miedo, propaganda del miedo, intimidación y desinformación para justificar la suspensión del debido proceso y atacar los derechos democráticos, las familias, los lugares de trabajo y los centros religiosos”.
Los textos difundidos por LAHOC alertan acerca de que la narrativa más común de los grandes medios de comunicación incluye falsos relatos sobre las redadas de ICE, estrategia similar a la que han sostenido con respecto a Cuba durante décadas: “Un memorando del Departamento de Estado de 1960 detalla cómo el bloqueo, en el caso de Cuba, fue diseñado explícitamente para negar dinero y suministros (…), para reducir los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
Washington utiliza a los cubanos que llegan aquí escapando a las dificultades que su propio bloqueo, las prohibiciones de viaje y las sanciones han creado. Los usa como peones en su guerra política y económica contra Cuba. Por eso el mensaje de LAHOC va encaminado a no permitir que el Gobierno justifique sus brutales ataques antiinmigrantes, cuando ellos mismos son los responsables.
«Los acontecimientos en Los Ángeles y otras ciudades, demuestran que la política antiinmigrante lesiona, rápidamente, los derechos democráticos y constitucionales de todos. Nadie se salva del uso de la fuerza por parte de policías, guardias nacionales e infantes de marina que atacan a los trabajadores y jóvenes. Defendamos la libertad de expresión y los derechos constitucionales. ¡Alto a las deportaciones! ¡Alto al bloqueo estadounidense a Cuba! ¡Alto a las 243 sanciones!», demanda LAHOC.
Los activistas de ese Comité de solidaridad concedieron entrevistas medios locales e internacionales, distribuyeron más de mil 300 volantes con esos contenidos e inscribieron a docenas de nuevos simpatizantes para futuras actividades.
Ainsly Rivera, líder central de la organización y participante en varias delegaciones a Cuba, comentó posteriormente que «la marcha fue una muestra del descontento de la clase trabajadora con el presidente y con el propio estado. No solo fue simbólica, sino que es una consecuencia del descontento social”.
Destiny Rivera, otra activista de LAHOC que estuvo en la delegación de Activistas Laborales y Juveniles invitada por la Central de Trabajadores de Cuba a los festejos por Primero de Mayo en la nación caribeña, declaró a este reportero que “los manifestantes están preocupados por los problemas nacionales internos relacionados con el ataque de la Administración Trump a los inmigrantes, por la guerra arancelaria en curso que afecta los gastos diarios, por el despliegue de la Guardia Nacional y la Infantería de Marina en Los Ángeles y por el camino adoptado por la Administración Trump hacia el fascismo”.
Muchos manifestantes de toda California afirmaron haber participado de la marcha del pasado 14 de junio para apoyar a los inmigrantes indocumentados que temían estar presentes. En múltiples entrevistas describieron protestar como un deber democrático y que esta era su primera protesta.
En Los Ángeles, tras la dispersión de la marcha principal, unas 75 mil personas permanecieron en el lugar de la concentración y terminaron enfrentándose directamente a la policía y la Guardia Nacional. La represión ocurrió también en otras ciudades, con decenas de detenidos, algunos de ellos acusados de quemar patrullas, desafiar a las autoridades policiales y cometer actos de vandalismo.
Violet Martínez, de 23 años, declaró al LA Times que se encontraba junto al edificio federal cuando agentes a caballo arremetieron contra la multitud: «Se pusieron las máscaras y empezaron a disparar gases lacrimógenos. Algunas personas fueron pisoteadas por los caballos y otras fueron alcanzadas por balas de goma. No había ninguna razón para hacer eso», afirmó Martínez.
Para contactar al autor pueden revisar la web ushandsoffcubacommittre.com, escribir a LA.US.Handsoffcuba@gmail.com o seguir las redes sociales @ushandsoffcuba