Hombre de medallas y de pueblo

Hombre de medallas y de pueblo

1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (10 puntos, 3 votos)
Cargando...

Jesús O’Farrill Fundora está convencido de que todo hombre es útil cuando hace lo que le gusta. Puede que ya esté peinando canas, como suelen decir, pero esto no representa un lastre sino un reflejo virtuoso de los años entregados con empeño y dedicación.

En el 2024, Jesús recibió el Título Honorífico de Héroe del Trabajo, de manos del Presidente Díaz-Canel. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda
Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

Hasta él llegaron estas neófi­tas periodistas durante la IV Con­ferencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de Industrias (SNTI) gracias a nuestro fotógra­fo José Raúl Rodríguez Robleda, quien nos lo presentó.

Pepe, como muchos lo cono­cen, sentenció: “Este señor es un Héroe del Trabajo de la República de Cuba, una persona consagrada a este país”. Jesús nos recibió con un saludo afectuoso y gran dis­posición, y con aire de humildad, franqueza y un sinfín de expe­riencias que se mezclan entre las arrugas.

Al hablar destila confianza y solo una palabra bastó para que con soltura contara esas epope­yas dignas de un titán. Todo ár­bol tiene sus raíces y las de Jesús vienen de la más pura fidelidad. Ante la pregunta de cómo trans­currió su niñez y adolescencia, nos contestó con marcada año­ranza: “Crecí en una familia sencilla, pero en la que no fal­taba el amor. Mi papá, obrero de un central, y mi madre, ama de casa, dedicaron todos sus esfuer­zos a la crianza de sus jimaguas. Fui feliz, muy feliz en esos años, y junto a mi hermano disfrutaba de hacer muchas maldades”.

Ser electricista fue el único deseo para el futuro. Hoy recuer­da que su vida laboral comenzó después del Servicio Militar Ac­tivo en 1970, en la Empresa Eléc­trica de su municipio natal Sagua la Grande, provincia de Villa Clara, en la cual trabajó un año como liniero. No obstante, esto solo sería la antesala de lo que posteriormente se convirtió en su mayor pasión.

En la Empresa Electroquími­ca del propio municipio consolidó sus conocimientos y en esta na­ció su vocación como electricista industrial. “Desde ese momento fue la empresa mi casa, en ella he trabajado toda mi vida, más de medio siglo y no es suficiente”, relató.

Fue aprendiz incansable que siempre procuró hacer de su ofi­cio la palabra de orden ante cual­quier problema. “Formé parte de la microbrigada de constructo­res en mi territorio —explicó— y como electricista en funciones apoyé la edificación de casas du­rante cinco años”.

Sobre su experiencia como in­ternacionalista nos narró: “Al re­gresar a Santa Clara me preparé para cumplir misión en Libia, en una brigada de mantenimiento y asistencia técnica desde 1983 hasta 1985”. Por un momento se detiene y nos pregunta: “¿Saben dónde está Libia?” para luego explicarnos. “Allí estuve 18 meses realizando reparaciones de viviendas y en la construcción de instalaciones”.

Sus excelentes resultados en esta misión le permitieron ser delegado al III Congreso del Partido Comunista de Cuba en representación de los construc­tores del país, oportunidad que le brindó el escenario para deba­tir sobre las funciones a llevar a cabo por el movimiento sindical.

En 1985 vuelve a cumplir mi­sión internacionalista, esta vez en Angola, donde participó en la Operación Carlota y en la Opera­ción Victoria. “Solo el que vive la guerra conoce y padece ese dolor”, refirió Jesús al narrar los horrores de una contienda bélica. “En An­gola fui miembro de la operación militar como asistente técnico del batallón 20 BT de la unidad de tanques, lugar en el cual estuve hasta la retirada paulatina de las tropas cubanas”.

Fue un ente activo de la labor sindical por más de 20 años, lo que logró gracias a sus fieles ideales en aras de proteger y defender los derechos de los trabajadores y el bienestar de otros. No se trata solo de compromiso, y él es ejemplo de esto, pues ha tenido un desempeño intachable en el cual “la pasión y amor que eres capaz de dar en tu profesión” son el secreto. “Vivo consagrado al trabajo, a mi fami­lia, a mi pueblo y me siento orgu­lloso de ser hijo de esta patria”, sentenció.

En la actualidad, Jesús conti­núa firme en la batalla. Su jubi­lación no detuvo su tarea, con sus más de 54 años de ininterrumpida labor en la Empresa Electroquími­ca en la que ha forjado un cami­no profesional brillante, fielmente acompañado por su familia como inspiración para seguir adelante.

Comentó que “la superación tie­ne que ser constante” y aconseja a los jóvenes que no dejen de ser en­tregados y responsables; mantengan una buena actitud y gran disposi­ción ante cualquier reto, para llegar a ser ejemplo”. Considera crucial la atención al hombre y la preparación de la juventud. “Tenemos que ayu­darla, no podemos seguir perdiendo profesionales capacitados, pues en ellos está el futuro”.

“Ser Héroe del Trabajo de la República de Cuba es un sueño hecho realidad —comenta emo­cionado al rememorar el pasado 2024 cuando recibió el Título Ho­norífico—, una alegría y satisfac­ción mayor recibirlo de manos del Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien al es­cuchar esto me dijo: “El honor es mío, por toda una vida dedicada a la industria”.

No caben dudas de que exis­ten hombres que son dignos hé­roes de este país, tal y como una vez expresara el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz: “¡El tra­bajo ha hecho al hombre! ¡El trabajo ha hecho al revoluciona­rio!”. Toda la bondad y el agra­decimiento para quienes cada día apoyan desde sus trincheras, en cualquier rincón del país, la construcción de un futuro mejor del cual todos somos parte.

Compartir...

Escribir comentario

© 2018 Trabajadores. Órgano de la Central de Trabajadores de Cuba
Director: Alberto Núñez Betancourt
Subdirectores Editoriales: Alina Martínez Triay y Joel García León
Territorial y General Suárez. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. CP: 10698
Fax: 053 (7) 555927 E-mail: digital@trabajadores.cu