Por Gabino Manguela Díaz
Con la condecoración el pasado día 29 de abril de 13 destacados trabajadores como Héroes y Heroínas del Trabajo de la República, un total de 208 hombres y mujeres en todo el país ostentan hoy la preciada estrella de oro y guardan con orgullo el diploma que los acredita con el título mayor al esfuerzo y la abnegación en el ámbito laboral de la isla.

Justo el 21 de julio de 1983, en el Palacio de la Revolución, el Comandante en Jefe Fidel Castro impuso el Título Honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba a Blas Roca Calderío, quien se convertía así en el primero en lucir la Estrella de Oro acreditativa, pues hasta ese momento el lauro mayor era el de Héroe Nacional del Trabajo. Variaba solo el nombre del título.
Cinco días después, el 26 de julio, en Santiago de Cuba, crecía el número cuando cinco trabajadores recibieron, también de manos de Fidel, ese honor.
Ellos fueron los macheteros Ramón Martinto y Celia Hernández López, el inseminador Francisco Díaz Febles, el chofer Esmel Saad Barreras y el operador de combinadas cañeras Arcel V. Quevedo Osorio. De ellos, ya fallecieron el machetero Martinto, Díaz Febles y Esmel Saab Barreras.
Lo más excelso del quehacer laboral cubano integra la lista de los héroes y heroínas del trabajo. Científicos, maestros, atletas, albañiles, agricultores, militares, choferes, dirigentes políticos y administrativos, médicos, carboneros, artistas, pescadores, sin dudas una larga lista de profesiones y otros oficios.
Se otorga a ciudadanos cubanos y extranjeros en reconocimiento a extraordinarios méritos alcanzados en el trabajo creador o en las luchas por las conquistas y en defensa de los logros e intereses de la clase obrera, así como por la práctica consecuente y aportes valiosos al internacionalismo proletario. Puede conferirse con carácter póstumo.
Están facultados para proponerlo: el Consejo de Ministros, los Jefes de los Organismos de la Administración Central del Estado, Órganos e Instituciones oficiales y centros superiores de enseñanza, así como de investigación o de otra índole adscritos a los mismos; organizaciones políticas, sociales y de masas y las asociaciones científicas, culturales artísticas o deportivas reconocidas oficialmente.
Si algo los identifica es su infinito apego al trabajo y su amor ilimitado a la Revolución. Pudieron ser consecuencia de un ardid genético, y prefieren su centro laboral al muy agradable calor de la alcoba, no aceptan ser segundos de nadie y demuestran ─a su manera─ que en ellos todo es producto de una simbiosis perfecta entre las virtudes que la naturaleza les dio y la voluntad forjada en el día a día de sus inmensas vidas.
Hasta hoy, en total han sido galardonados con el importante Título poco más de 390 trabajadores, de los que han fallecido 184 en los 42 años transcurridos, de ellos 32 féminas.
Claro, hablamos de compañeros procesados a través del movimiento sindical, toda vez que la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños también suma un número importante de galardonados.
Por provincias, La Habana es el territorio con mayor cantidad de héroes y heroínas, seguida de Santiago de Cuba, Villa Clara y Matanzas, mientras que las organizaciones sindicales con mayor número son la educación, la ciencia y el deporte, salud, agropecuarios, forestales, tabacaleros y azucareros.


