Con una trayectoria avalada por publicaciones y conferencias que han enriquecido la historiografía martiana, el destacado investigador Hugo Armas Pérez ofrece con esta entrevista una mirada documentada sobre las circunstancias del combate de Dos Ríos, los testimonios de la época y las polémicas que aún persisten en torno a este episodio desolador que tuvo un impacto tremendo en la lucha independentista.
Es Martí una de las figuras de la historia patria más estudiada y abordada. ¿Por qué se dice que existe un misterio en torno a su muerte? ¿Qué es lo enigmático? ¿Se ha descifrado?
“El hecho ocurrido en Dos Ríos el 19 de mayo de 1895 es uno de los más investigados pues, en la acción, la única baja que se le da a las fuerzas cubanas es la muerte de José Martí, principal figura en la organización de la que él llamara la Guerra Necesaria. Y ese fue el enigma.
“Además, el que se encontrara prácticamente solo, derivó un sinnúmero de versiones contradictorias, por lo que se crearon y agudizaron criterios, como algo sin respuesta, en tanto otros argumentan que dadas las contradicciones a las que el Delegado tuvo que enfrentarse con los altos oficiales, lo habían llevado a inmolarse.

“Quien conoce la personalidad y la obra de José Martí de seguro niega esta razón. La forja de la conciencia nacional y patriótica plasmada en esta misma tierra es un ejemplo, pues a las primeras horas de haber desembarcado por Playita de Cajobabo, escribió: ‘Yo evoqué la guerra, mi responsabilidad comienza con ella en vez de acabar’.
“Así también en la carta a su amigo Manuel Mercado, 13 días después de la reunión de La Mejorana y unas horas antes de su deceso, decía estar presto a continuar la lucha pues tenía ánimos para eso.
“En ese texto expuso la esencia de sus principios como organizador, guía, pensador y político, e hizo un análisis de la situación regional y la que ya avizoraba acerca del imperialismo yanqui, lo que le permitió exponer un método de lucha eminentemente revolucionario, táctico y radical que hoy tiene vigencia absoluta probada con hechos”.
¿Cómo aconteció todo aquel día?
“En la mañana del 19 de mayo se encuentran en el campamento de la Vuelta Grande (Campamento no. 27) Bartolomé Masó Márquez, Máximo Gómez y José Martí. Allí se impuso un ambiente de alegría, y cada uno de estos patriotas habló a las huestes mambisas presentes.
“Gómez plasmó en su diario de campaña: ‘Martí habló con verdadero ardor y espíritu guerrero’. Aproximadamente dos horas después se enteran de la presencia enemiga en la zona de Dos Ríos y salen todos a hacerle frente.
“El Generalísimo insiste al Delegado que se quede atrás, que no vaya al combate, pero él desobedece e invita a Ángel de la Guardia Bello: ‘Joven, vamos a la carga’.
“Ante el fuego rival, que tomó posición, Paquito Borrero y Gómez se percataron de la superioridad numérica de los adversarios (más de 600 hombres), y ambos ordenan aminorar la marcha, aunque Martí y su acompañante habían hecho un movimiento por el bohío de José Rosalío Pacheco, fuera del alcance de esas voces de mando.
“Se encaminaron directamente hacia una sección española oculta por la maleza, quienes les hacen fuego: cae herido el caballo de Ángel de la Guardia, y es impactado Martí por tres disparos. Su impetuoso alazán, Baconao, regalo de José Maceo, lo conduce hasta la línea de infantería. El enemigo imposibilitó su rescate.
“Estos testimonios de lo que ocurrió dentro del combate fueron dados a conocer por los que participaron como parte de la fuerza de Jiguaní, dirigidos por Francisco Blanco, Bellito, el coronel del cual habla el Apóstol en su diario con mucha admiración.
“También existe la declaración de Amparado Diéguez, de las fuerzas de Paquito Borrero, quien afirma que eso fue exactamente lo que ocurrió”.
Hizo el Apóstol una estancia prolongada de varios días en Jiguaní, refieren los documentos, a la espera de encontrarse con Bartolomé Masó Márquez, líder natural de la región: ¿considera que fue fecunda esta permanencia?
“Su estancia aquí le dio la oportunidad de contactar con la oficialidad de las fuerzas de Jiguaní. Destacan figuras como el coronel Francisco Blanco Bellito, el capitán José Rafael Pacheco Cintra, el prefecto de Dos Ríos José Rosalío Pacheco Cintra, quien en una ocasión le dice ‘por usted, yo doy mi vida’.
“También se debe tener en cuenta que en La Jatía tuvo la posibilidad de desarrollar una gran comunicación. Desde allí escribió circulares para toda la zona y cartas a Cisneros Betancourt, a Mola, de la zona de Camagüey, a Jesús Rabí y a Antonio Maceo, en las que no muestra ningún resquemor por lo sucedido en La Mejorana.
“En estos días pudiéramos decir que realiza una amplísima labor organizativa y afianza un dominio y conocimiento sobre la estrategia a seguir en la guerra, así se denota en esos documentos, e incluso en el propio diario”.
Si el Apóstol de la Independencia no hubiera ido al encuentro con la muerte ese fatídico 19 de mayo de 1895, día fatídico, ¿qué opina usted que hubiera pasado con Cuba? ¿Por dónde estuvieran los derroteros del Maestro?
“Él era eminente en todo lo que se proponía y en su personalidad se pone de manifiesto un quehacer que le da una magnitud extraordinaria a tener en consideración.
“Un aspecto importante de lo que serían sus pasos lo refleja en el conocido testamento político en el que, además de exponer todo lo que es la esencia de sus principios como organizador y guía, hizo un análisis de qué tipo de república planteaba que debía hacerse una vez que se lograra la independencia.
“Asimismo está la valoración que hace en lo que es su postura ante Estados Unidos, pues había vivido en ese lugar y ya adivinaba sus intenciones con respecto a Cuba y el resto de América.
“En ese documento él plantea el método de lucha eminentemente revolucionaria que había que hacer, en cuanto a lo táctico y radical, y que hoy tiene una vigencia absoluta probada con hechos. Por ahí hubieran andado sus derroteros”.
A su entender… ¿dónde radica la inmensidad de la figura de José Martí?
“Para precisarla no existe una mejor definición que la que dio Fidel el 10 de octubre de 1968 en el discurso por el centenario del inicio de las Guerras de Independencia en Cuba, en La Demajagua, y cito textualmente: ‘…el más genial y el más universal de los políticos cubanos… el más grande pensador político y revolucionario de este continente’”.