Se trata de una nube conocida como Asperitas, que se traduce como “ásperas o agitadas”. Estas nubes son poco frecuentes y, de hecho, aún no existe un consenso claro sobre su proceso de formación, comentó en la red social Facebook el meteorólogo matancero Herny Delgado Manzor.
Se asocian principalmente con estratocúmulos y altocúmulos, y están estrechamente relacionadas con las ondas más comunes de las nubes undulatus.
Su aparición es más frecuente en condiciones de tormenta, ya que requieren ambientes atmosféricos inestables para formarse. Aunque suelen aparecer cerca de nubes de tormenta, no producen precipitaciones, a pesar de su apariencia amenazante.
Las nubes Asperitas se caracterizan por la presencia de ondas localizadas en su base, que pueden ser lisas o moteadas, con elementos más pequeños que, en ocasiones, descienden de forma abrupta, asemejándose a la superficie de un mar embravecido visto desde abajo. Los diferentes grados de iluminación y espesor de estas nubes pueden generar efectos visuales espectaculares, como los que se muestran en estas instantáneas.
Cabe destacar que las nubes Asperitas son la última incorporación al Atlas Internacional de Nubes de la Organización Meteorológica Mundial. Fueron añadidas en 2015, tras una propuesta de la Sociedad de Apreciación de las Nubes.
