A 70 años de ver descender por la escalinata del antiguo penal del Presidio Modelo a Fidel Castro Ruz y demás Moncadistas excarcelados, se afianza en los pineros la idea de preservar y consolidar la identidad, además de asumir compromisos para beneficiar a los pineros con más calidad en la oferta de bienes y servicios.

En emotivo acto desarrollado en este sitio histórico, hoy Palacio de Pioneros, los presentes patentizaron que no está permitido olvidar lo vivido por este grupo de asaltantes a los cuarteles Guillermón Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, mientras en este sitio haya una piedra, metal, silencio o mármol desgastado como símbolo de los miles de pasos y eternos sufrimientos vividos allí.
Presidieron este suceso Miguel Dìaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República; Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y Secretario de Organización del Comité Central del Partido; Ramiro Valdés Menéndez, Comandante de la Revolución Cubana, además de dirigentes del territorio, así como una representación del pueblo pinero en nombre del pueblo de Cuba.
Nuevamente retumbó este lugar donde cumplieron condenas Pablo de la Torriente Brau y Raúl Roa García y descendieron por la escalinata sonrientes Fidel y Raúl Castro, Juan Almeida Bosque, Armando Mestre, Agustín Díaz Cartaya y demás sobrevivientes de los asaltos a los cuarteles Guillermón Moncada, en Santiago y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo.
Emociones iban y venían al disfrutar del poema La mañana de la Santa Ana, del Indio Naborí, interpretado por la maestra Ana María Paredes; asimismo fue con el lirismo de Annié Garcés con la canción La prisión, del cantautor Silvio Rodríguez.
Este día recordamos aquel domingo de 1955 donde después de una fuerte presión popular, cerca de las once de la mañana fueron amnistiados los 28 Moncadistas, dejando atrás el sonido metálico y seco del cerrojo.
Quedaban también, los barrotes fríos, las noches de lectura en la biblioteca, las salidas al patio del pabellón a coger sol, las cartas angustiosas y hasta secretas con letras ocultas tapiadas con zumo de limón, luego transformadas en el alegato de autodefensa La Historia me Absolverá e intercambio de criterios para concretar los planes de la palabra empeñada de liberar a Cuba, hecho que marcó un antes y un después en la lucha por la independencia y la soberanía de nuestra nación.
En la cita de este 15 de mayo se reafirmó la posición irrevocable de los pineros de continuar la construcción de nuestro socialismo, como lo soñaron los jóvenes del centenario, quienes estuvieron en el Presidio durante 22 meses de dolor.
En nombre del pueblo
Lien Riguet Hernández, estudiante de segundo año de estomatología de la Facultad de Ciencias Médicas de aquí, hizo uso de la palabra en nombre de los jóvenes pineros y cubanos, como genuinos continuadores de los jóvenes que tomaron al cielo por asalto y refirió que aquel 15 de mayo fue una victoria innegable del pueblo cubano.
Mientras Susely Morfa González, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Jefa de su Departamento de Atención al Sector Social tuvo a su cargo las palabras centrales del encuentro, donde demandò el fin bloqueo económico, comercial y financiero, que por décadas ha impuesto Estados Unidos a la mayor de las Antillas.
Otros momentos culturales fueron protagonizados por la compañía musical Verdarte, con la danza Presidio, mostrando la verdad y la lucha de los moncadistas; y junto al coro de la Escuela de Vocacional de Arte Leonardo Luberta Noy de la Isla de la Juventud interpretando la Marcha del 26 de julio.
La cita cerró con la foto oficial del evento por parte de la presidencia y 70 jóvenes destacados en la producción y los servicios, quienes, además tendrán un encuentro con el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República y demás invitados.
Desde horas tempranas de la madrugada estudiantes, trabajadores, jubilados y amas de casa llegaron hasta la escalinata del antiguo penal, hoy palacio de pioneros, para recordar la efeméride, decisiva en la historia de Cuba.