Cargando...La Generación de los años 30 del siglo pasado en Cuba tuvo hombres de extraordinaria vocación revolucionaria y continuadores del pensamiento y la acción emancipadora de aquellos que lucharon contra el colonialismo español.
A esa pléyade perteneció el líder antiimperialista Antonio Guiteras Holmes, quien al igual que contemporáneos como Julio Antonio Mella y Rubén Martínez Villena se convirtió en símbolo para todos los tiempos.
Del ámbito hogareño heredó la esencia independentista de sus ancestros. De ahí provienen la energía y la convicción revolucionaria enriquecida por una extensa cultura política adquirida por la vehemente afición a la lectura y el contacto con personas de todas las clases sociales.
Desde las aulas universitarias en La Habana se enfrentó a regímenes lacayunos como el de Alfredo Zayas en las manifestaciones estudiantiles organizadas por Mella, asesinado en México por órdenes del sátrapa cubano Gerardo Machado
Por entonces, se vinculó con grupos insurreccionales en la región oriental de la Isla y en su afán de luchar contra el tirano, dirigió alzamientos y capturado por el ejército, sufrió prisión
Derrocado el Machadato, Tony Guiteras asumió la Secretaría de Gobernación, Guerra y Marina en el denominado Gobierno de los 100 días desde el cual se opuso rotundamente a la oligarquía criolla y los políticos reaccionarios.
Bien nítidas fueron sus palabras cuando al ocupar el cargo sentenció:“Seré firme defensor del gobierno, hasta tanto no se convierta en lacayo fiel de Washington”.
Muy pronto se convertiría en el exponente más radical del heterogéneo gabinete al proclamar un conjunto de leyes revolucionarias de gran repercusión social como el establecimiento de la jornada laboral de ocho horas en la industria azucarera, el derecho a la libre sindicalización y la rebaja del precio de artículos de primeranecesidad, entre otras legislaciones.
Una de las acciones más vibrantes fue la intervención de la mal llamada Compañía Cubana de Electricidad, propiedad del monopolio yanqui Electric Bond and Share, ante la negativa de la patronal de conceder justas demandas de los obreros.
Las artimañas de la embajada norteamearicana en la Isla, la falta de unidad entre las fuerzas revolucionarias y las ambiciones de la oligarquía criolla propulsaron el derrocamiento de aquel efímero gobierno encabezado por el dúctil Ramón Grau San Martín.
De nuevo, al combate
Comenzar de nuevo fue entonces el reto de Guiteras al fundar la organización Joven Cuba, a mediados de 1934, en cuya plataforma política sentenció: “(…) para que la ordenación orgánica de Cuba en Nación alcance estabilidad, precisa que el Estado cubano se estructure conforme a los postulados del Socialismo”
Se vio obligado a pasar al clandestinaje. El 8 de mayo de 1935, junto a otros compañeros de lucha se disponía a salir de Cuba con el propósito de organizar una expedición armada e iniciar la lucha guerrillera en el oriente de la Isla.
La traición de un oficial de la Marina de Guerra –ajusticiado el mismo día y al año siguiente– llevó hasta El Morrillo, un vetusto fortín muy próximo a la bahía de Matanzas, a un contingente de soldados que rodearon las inmediaciones del lugar.
Allí, junto a su amigo el revolucionario venezolano Carlos Aponte, enfrentaron al enemigo y cayeron en desigual combate.
El ejemplo de Guiteras irradió más allá de un momento crucial en nuestra historia al inspirar a quienes como él llevaron a cabo la materialización de su sueño: la construcción de una sociedad socialista en su Patria.
Acerca del autor
Graduado de Licenciatura en Periodismo, en 1976, en la Universidad de La Habana. Hizo el servicio social en el periódico Victoria, del municipio especial isla de la Juventud, durante dos años.
Desde 1978 labora en el periódico Trabajadores como reportero y atiende, desde 1981 temas relacionados con la industria sideromecánica. Obtuvo premio en el concurso Primero de Mayo en 1999 y en la edición de 2009. Es coautor del libro Madera de Héroes.
