En el marco de las celebraciones por el Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, cobra especial relevancia el reconocimiento a aquellos hombres y mujeres que, con su esfuerzo, dedicación y resultados excepcionales, contribuyen al desarrollo económico y social de nuestro país.

Distinguir a los mejores trabajadores no es solo un acto de justicia, sino también una estrategia para promover la excelencia, estimular la productividad y reforzar los valores del movimiento obrero.
El reconocimiento laboral trasciende el ámbito simbólico: es un mensaje de que el esfuerzo individual y colectivo es valorado y esencial para el progreso. Por tal razón es que de manera invariable, cada año para estas fechas se organizan a todos los niveles los actos de entrega de sellos, medallas y distinciones, al tiempo que se refuerzan los compromisos del buen hacer y de fidelidad a nuestro proceso social.
Este año la connotación es aún mayor. En un contexto donde los desafíos económicos demandan mayor eficiencia y fidelidad, destacar a quienes sobresalen en sus sectores —ya sea en la industria, los servicios, la ciencia o la producción— refuerza el orgullo de pertenecer a la clase trabajadora y motiva a emular su ejemplo.
Cada Primero de Mayo, más que una fecha conmemorativa, debe seguir siendo una oportunidad para visibilizar el trabajo destacado, especialmente en sectores estratégicos; fortalecer la moral laboral, mediante ejemplos tangibles de superación, además de incentivar la innovación y la calidad de cada producto o servicio, pilares del desarrollo sostenible.
Desde el triunfo de enero del 1959 los líderes del gobierno y sus organizaciones han insistido siempre en que sin los trabajadores, no hay Revolución posible. Por ello, reconocer a los mejores es también un homenaje a los principios de equidad y justicia social que defendemos desde entonces.
Que este día no solo celebre la lucha histórica, sino también los frutos del presente y las semillas del futuro pues los trabajadores ejemplares que han sido reconocidos son protagonistas anónimos de nuestra patria.