La instalación de la empresa extrahotelera Palmares, ubicada en una vetusta casona del centro histórico de la urbe suroriental, hace honores al escritor norteamericano Ernest Hemingway, quien dio fama al coctel Daiquirí y al sitio donde gustaba consumir la refrescante bebida: el bar- restaurante Floridita, en la calle Obispo de La Habana.
A pedido de Palmares el consagrado Villa Soberón, nacido en Santiago de Cuba, concibió y modeló la pieza en compañía del joven escultor Gabriel Cisneros.
Según sus palabras, esta de aquí, con unos 300 kilogramos de peso, tiene similitudes con la ubicada en la barra del Floridita habanero pero con una distinción diferente: “es un Hemingway un poco más joven, probablemente en la edad cuando ganó el Premio Nobel” (cuya medalla representativa el escritor estadounidense donó al Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, ubicado en Santiago de Cuba).
A la develación de la obra asistieron directivos de Palmares, de la delegación territorial del Ministerio de Turismo y Gerardo Houdayer, presidente de la filial provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
Además de una amplia variedad de Daiquirí, el Floridita de Santiago de Cuba ofrece a sus clientes otros cocteles, picadas, elaboraciones de la culinaria cubana, y también la posibilidad del maridaje entre rones y tabacos cubanos en el cigar-bar creado para tales fines.