Múltiples acciones realizan en Granma para conmemorar la fecha en que se celebra el Día del Trabajador de la Industria Alimentaria, este 25 de enero, jornada que desde 1971 se dedica al mártir cubano Pedro Marrero Aizpurúa.
En esta ocasión se rinde homenaje al Comandante en Jefe Fidel Castro, al aniversario 67 del triunfo de la Revolución y a los 86 años de la fundación de la Central de Trabajadores de Cuba; al tiempo que contribuye a la preparación con vista al 22 Congreso de la organización obrera, a desarrollarse en La Habana, el venidero mes de abril.
Marilín Ayala Yero, secretaria general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimentaria y de la Pesca, en Granma, destacó que son días de reconocimiento para obreros, entidades y dirigentes sindicales.
Informó que el sector, en colaboración con el Buró provincial, organizó diversas actividades que resaltan el protagonismo e importancia de la clase obrera, incluidos matutinos especiales en centros laborales, reconocimientos a trabajadores destacados, encuentros con jubilados y jóvenes, además de labores productivas en el organopónico Cinco Palmas.
La dirigente también exhortó a elevar el compromiso con la producción de alimentos y aprovechar al máximo las potencialidades de cada territorio.
Durante la jornada se entregará la bandera de Proeza Laboral a la Unidad Empresarial de Base Niquero y el combinado de Bayamo, ambos de la Empresa Cárnica Vallerojo.
Al respecto, Roger Diego Fernández Bodaño, coordinador del Minal en Granma y director de la entidad, explicó que el estímulo reconoce la actitud ejemplar de quienes en medio de constantes apagones y limitaciones de recursos lograron asegurar la canasta básica a los consumidores de Guantánamo, tras las inundaciones que afectaron a dicha provincia, y que provocaron el colapso de varias industrias.
Asimismo, dijo, respondieron activamente a las necesidades de los pobladores del municipio granmense Pilón, severamente afectado por los sismos del 10 de noviembre último, con magnitudes de 6.0 y 6.7 grados en la escala de Richter.
Fernández Bodaño subrayó que el 2024 fue un año lleno de retos para la industria alimentaria, marcado por un contexto económico adverso que ha afectado la producción.
De cara a 2025, nos enfrentamos a desafíos importantes, incluyendo la protección de los consumos indispensables, el incremento de los salarios medios y el aumento de las ventas en divisas; objetivos todos que requieren la movilización y creatividad de las entidades, destacó.