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Repercusión mediática sobre la donación en Mérida de un cuadro de Ernesto Milanés

Extraordinaria repercusión ha tenido en la prensa mexicana (escrita, radial y televisual), la donación de una obra del destacado artista cubano Ernesto Milanés Ruiz (Santiago de Cuba, 1967), a la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC), fundada en 1982 como respuesta a las deficiencias hospitalarias y asistenciales que debían enfrentar padres de familia e infantes diagnosticados con esta penosa enfermedad.

El pintor, dibujante y escultor, quien goza de gran prestigio en el hermano país azteca, donde hace poco recibió la Gran Cruz que lo destaca como miembro ilustre de la Legión de Honor Nacional de México (a la cual pertenece desde hace cinco años), hizo entrega de su cuadro durante una subasta efectuada en Mérida para recaudar fondos en beneficio de los menores de edad afectados por este padecimiento; oportunidad en que también se pujó una pieza suya con un valor de 50 mil pesos mexicanos (unos tres mil dólares USD), cantidad que igualmente fue entregada por él para tan noble fin.

 

 

Periódicos de notable influencia como Excélsior y El Heraldo de México; así como Es de Latino (www.esdelatino.com), la XHST-TDT, conocida como Tele Yucatán, televisión pública operada por el Gobierno de ese estado; el Canal Trece, Radiotelevisora de México Norte SA CV y TV Azteca, entre otros de Mérida; y la mayoría de las emisoras radiales de esa ciudad, capital y la más grande de Yucatán,  con una historia colonial que se refleja en edificios como la Catedral.

Excélsior y El Heraldo de México destacan, con grandes fotos del acto de donación, la trayectoria artística de Milanés, quien estudió en la Academia de Arte San Alejandro y “se mostró agradecido con la asociación y con la ciudad por las facilidades para llevar a cabo la donación”, en tanto subrayan su labor como ceramista y escultor, con una obra reconocida internacionalmente.

 

 

 

El cuadro

El cuadro entregado por este artífice a la AMANC recrea una idea en la que aparece una águila que devora una serpiente de cascabel, de las que más del 90 por ciento, a escala mundial, existe en México; reptil común en Mérida y forma parte de las cinco víboras venenosas que suelen desplazarse hacia las casas, en las que sus moradores podrían resultar con mordeduras que ponen en riesgo sus vidas. En la composición, el Águila Real, especie emblemática de México, sostiene en su pico al peligroso animal, a la vez que, imponente, la enorme ave denota fuerza y poderío, y exalta su carácter guerrero y valentía. Durante la guerra de Independencia fue utilizada en diferentes estandartes, significando el anhelo de libertad.

El artista igualmente utiliza otro símbolo azteca: el nopal, sobre el que descansa el águila. Esta planta es endémica de México en donde, además, se ha diversificado. De las 200 especies conocidas, más de cien existen en la nación latinoamericana, centro de mayor diversidad de nopales, utilizados en la alimentación, la ganadería, el arte, la construcción, la industria farmacéutica y cosmética, y mucho más.

Al centro, como emblema sobresaliente aparece la bandera de Yucatán, de colores brillantes, dividida en dos lienzos: a la izquierda uno verde, y a la derecha, otro con tres divisiones, rojo arriba y abajo, y blanco en el medio. En la parte verde hay cinco estrellas que representan igual número de  departamentos en que se dividió Yucatán por decreto del 30 de noviembre de 1840, los cuales eran Mérida, Izamal, Valladolid, Tekax y Campeche. En el área inferior del cuadro hay una rama de olivo como símbolo mundial de la paz.

Milanés posee el título de Director de Cultura del Instituto Americano Cultural. Sus huellas aparecen, al lado de las de Armando Manzanero, en la Galería Plaza de las Estrellas, en el Distrito Federal, construida en 1982 y considerada equivalente del Paseo de la fama de Hollywood, lugar conocido como el Paseo de las Luminarias, donde igualmente dejaron plasmadas las marcas de sus manos grandes figuras como María Félix y Juan Gabriel, entre otras relevantes figuras. Obtuvo, además,  el premio Amantes de México, de la fundación homónima; y el Micrófono de Oro, el cual le fue conferido por la Asociación Nacional de Locutores “por su trayectoria artística en México como pintor y escultor universal”. Ostenta tres títulos Honoris Causa entregados por las universidades Instituto Americano Cultural, que también le confirió, el de Doctor entre Doctores; así como del Instituto Mexicano de Líderes de Excelencia, y la Academia Nacional de Historia y Geografía (ANHG), patrocinada desde sus orígenes por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Obras de su autoría han sido donadas a importantes instituciones culturales de México, entre estas los museos Soumaya y Emiliano Zapata, respectivamente.

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