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Esta sección La Guagua inició con LA GUAGUA Al 22 Congreso de la CTC, de lo general a lo particular un recorrido por cada uno de los párrafos del documento emitido por el Secretariado Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba como convocatoria al 22 Congreso de la CTC para ser debatido en las secciones sindicales.
En este trayecto abordaremos el segundo párrafo del texto:
Sustantivas transformaciones se producen en el escenario laboral y sindical del país, como resultado de la descentralización de facultades a la Empresa Estatal Socialista para dotarla de mayor autonomía, la recomposición del empleo ante el crecimiento y diversificación del sector privado, unido a la dinámica de cambios que se aplican en el marco jurídico regulatorio preservando las bases esenciales de la equidad y justicia social.
Por tanto, para la acción sindical debemos tomar en cuenta que se desarrolla en un contexto de sustantivas transformaciones se producen en el escenario laboral y sindical del país.
Por supuesto que no basta enunciar que hay sustantivas transformaciones, sino que hasta el nivel del afiliado debemos examinar los factores que dan lugar a ese cambio radical, y que en primer lugar está: la descentralización de facultades a la Empresa Estatal Socialista para dotarla de mayor autonomía.
Ante tal descentralización de facultades, la sección o buró sindical no pueden quedarse estáticas, pues también requieren de mayor autonomía como mismo lo busca la empresa, y se trata de un asunto imposible de aprender en manuales, aunque pueden y deben tomarse todas las experiencias de cualquier lugar del mundo para adecuarlas a nuestras condiciones y conceptos.
Una vez que la Convocatoria ha hecho ese pronunciamiento, según nos vamos acercando a la base productiva, tenemos que despojarlo cada vez más de exhortaciones, llamados y repeticiones, y debatir colectivamente cómo actuar en una empresa con la autonomía de la cual carecía.
Los cuadros sindicales del nivel superior que participen no deben limitarse a reiterar una y otra vez la indicación, sino contribuir a estimular el pensamiento de qué hacer en cada lugar y en cada momento, y eso lo pueden saber mucho mejor los afiliados.
Con sus características, el movimiento sindical tiene que conocer los objetivos generales del Gobierno para alcanzar la estabilización macroeconómica, elevar los ingresos externos y aumentar la producción nacional.
Pero no es saberlos para repetirlos, sino para guiar el pensamiento sindical y buscar respuestas concretas en cada puesto laboral. Otra sustantiva transformación en el escenario laboral y sindical del país es la recomposición del empleo ante el crecimiento y diversificación del sector privado.
Sin dudas, en este terreno está una de las situaciones más desafiantes, pues ahora se presenta el reto del trabajo sindical en un escenario donde el sector no estatal es diverso, y por supuesto, cada forma requiere un tratamiento adecuado.
Este cambio sustantivo está en marcha cuando aún al movimiento sindical le quedaban muchos problemas por resolver en su funcionamiento cuando predominaban las formas estatales.
Tal vez como nunca antes en el último medio siglo, se presente una complejidad de esta magnitud en que la Central de Trabajadores de Cuba, sus sindicatos, buroes, secciones y afiliados deban marchar junto con las administraciones, sin depender de ellas ni tampoco en contradicciones antagónicas, pues los factores antes mencionados están unidos a la dinámica de cambios que se aplican en el marco jurídico regulatorio
Tampoco se trata de que los cuadros y afiliados sindicales deban convertirse en especialistas en derecho, pero sí deben dotarse de los conocimientos necesarios para poder representar y ser representados en función de preservar las bases esenciales de la equidad y justicia social.
En resumen: Solemos querer constantemente cambiar todo lo que debe ser cambiado, y este proceso orgánico es una oportunidad para cumplir esa idea, pero hay que hacerlo según el momento histórico.
