El Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais) destacó hoy en la red social X la obtención por parte de especialistas de esa institución científico-técnica del primer mapa de peligro de tsunami para las costas cubanas.
Cuba cuenta con su mapa de peligro de tsunami, publicó el Cenais en alusión al novedoso resultado investigativo, según el cual, las localidades más expuestas a ese tipo de evento son Maisí, Baracoa y Moa, situadas en el extremo nororiental del país, y las playas en la costa norte de la mitad oriental, entre ellas Cayo Saetía, Guardalavaca y Cayo Coco.
La presentación del nuevo mapa se realizó en el contexto del XI Congreso Internacional sobre Desastres, que sesiona hasta este viernes en el Palacio de Convenciones en esta capital, junto a la VII Conferencia Internacional de Bomberos.
Un artículo del diario Granma refiere que el estudio fue desarrollado con todo el rigor científico y la actualidad de la metodología utilizada por los doctores Enrique Diego Arango Arias, jefe del Servicio Sismológico Nacional, Bladimir Moreno Toirán y O’Leary F. González Matos.
Arango Arias resaltó que se utilizaron los datos de todas las fallas con potencialidad de generar sismos capaces de producir tsunamis en el área geográfica de interés para el país.
Resaltó que en el caso específico del peligro de tsunami en las costas de Cuba, el mapa se confeccionó a una escala pequeña (1:100 000), mientras que, para las localidades más expuestas a ese tipo de evento, lograron confeccionar los mapas de inundación a escalas grandes (1:25 000).
Aunque en Cuba no es alto el peligro de tsunami, sí existe un determinado riesgo asociado a la ocurrencia de terremotos fuertes en un segmento de la falla del Norte de La Española, situado al norte de Haití y República Dominicana, de ahí la importancia de contar con el referido mapa, precisó.
En esa zona se han generado algunos tsunamis registrados en los catálogos históricos, los cuales ocasionaron miles de víctimas mortales en las localidades costeras de ambos países, como los ocurridos en 1882 y 1946, aseveró.
La investigación puso de manifiesto que al sur de Cuba no hay condiciones sismotectónicas para la ocurrencia de terremotos desencadenantes de tsunamis, lo cual es coherente con el hecho de que ninguno de los sismos fuertes ocurridos en la falla Oriente, y muchos menos en el Caribe, han generado fenómenos de esa naturaleza, con daños en las costas del archipiélago cubano.