Santiago de Chile.- Sin buscar comparaciones de antaño ni usar adjetivos de más, la actuación de los remeros cubanos en estos XIX Juegos Panamericanos concluyó este miércoles con par de medallas más (plata en el doble abierto masculino y bronce en el ocho mixto con timonel) y un calificativo justo: ¡virtuosos y guapos!
En las aguas tranquilas de la Laguna Grande Pedro de la Paz, Reidy Cardona y Carlos Ajete fueron los primeros en navegar. El bote arrancó delante en los primeros 500 y nadie le hacía sombra. Así continuaron hasta la mitad de la regata, pero desde ese momento la embarcación uruguaya subió el ritmo y los encaró al punto de cruzar punteros cuando restaban los últimos 500 metros.
Cada vez más convencidos de que podían, Cardona y Ajete mantenían el ritmo y con su vista periférica apreciaban que estaban todavía con opciones del segundo oro de Cuba en esta disciplina. Un esfuerzo más y podían, la intensidad les apretaba el pecho y solo en el último segundo se definió el titulo de los sudamericanos (6:22.07 para los monarcas, 6:23.69 para los antillanos).
Hasta ahí ya hubiera sido suficiente para Cardona y Ajete, quienes sumaban de días anteriores el oro del ocho con timonel y el bronce del cuatro remos largos sin timonel. Sin embargo, quedaba una prueba nueva, el ocho mixto con timonel, y no quisieron perderse esa oportunidad. Pidieron subirse de nuevo e intentarlo.
Tomaron la salida acomodados junto a Ana Laura Jiménez, Milena Venega, Andrey Barnet, Leduar Suárez, Natalie Morales, Yariulvis Cobas y el timonel Juan Carlos González. Desde la mitad del trayecto se colaron en bronce y de ahí no soltaron, a pesar del asedio del bote de Canadá. Final de fotofinish (5:58.50 por 5:58.70). Estados Unidos y Chile se quedaron con el uno-dos, tal y como vaticinaban los pronósticos.
Cuba cerró el remo con 1-2-1, una faena que no esperaban ni siquiera sus propios directivos y entrenadores, dadas las limitaciones de su preparación y estar presente los mejores botes de América, con un Chile crecido como anfitrión con 10 medallas (3-5-2).
Jamás faltaron las tres c dentro de este grupo (coraje, corazón y compromiso). Y lo hicieron casi anónimos (no pudimos acceder a exclusivas por la lejanía del lugar donde se compitió). Hoy nos mojamos con sus medallas y virtuosismo, con su dedicación y guapería.
