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Nuestra Yanelis de las alturas

Un gesto de asombro. Una frase de admiración. Tal vez alguien exteriorice una crítica o lance un piropo para elogiar la labor que Yanelis Rodríguez Reyes realiza durante la reparación o el mantenimiento de las redes eléctricas en los postes.

 

“Fui con la idea de incorporarme a alguna especialidad, pero la única existente en ese momento era la de linieros”, recuerda Yanelis Rodríguez Reyes. Foto: Anaray Lorenzo, tomada de la revista Bohemia

 

Con satisfacción habla de su desempeño y no hay en ella presunción por ser la primera mujer liniera en Cuba, un empleo de alta complejidad y riesgo que habitualmente desempeñan hombres al igual que otros puestos en la Unión Eléctrica (UNE).

Un vecino suyo le habló de diferentes cursos que ofrecía la unidad de capacitación de la Empresa Eléctrica de La Habana. “Fui con la idea de incorporarme a alguna especialidad, pero la única existente en ese momento era la de linieros”.

“¿Aceptan mujeres?”, le preguntó a un profesor. La respuesta fue afirmativa. “Me avisaron a los pocos días, aprobé el examen psicométrico y comencé el curso teórico y práctico, todo lo cual transcurrió en un poco más de seis meses.

“Siempre me gustaron las alturas”, confiesa sonriente esta joven granmense cuando rememora cómo en su infancia compartía travesuras con los amiguitos del vecindario.

“Ser liniera para mí es algo normal. No tengo miedo. Mi familia dijo que era una locura y que debí haber buscado otro trabajo. No me siento diferente a la hora de escalar un poste, cambiar una cruceta o un aislador”, expone esta joven madre de un menor de siete años.

 

Foto: Anaray Lorenzo, tomada de la revista Bohemia

 

El cinturón o faja de seguridad, casco protector, guantes y herramientas para distintos usos la distinguen mientras presta su servicio en la atención a las líneas aéreas de 33 KV en horario diurno, desde las siete de la mañana hasta las tres de la tarde o durante la guardia operativa, “aunque hay momentos en que me han llamado y yo voy.

“Mis compañeros me apoyan. De ellos aprendo habilidades sin descuidar las normas de seguridad y las regulaciones establecidas por protocolo”, afirma.

Ella se define como “atrevida”, “arriesgada”. Confiesa que le gusta escuchar música cuando cocina, lava o plancha. Su objetivo o aspiración más inmediata es continuar superándose.

Disfruta trabajar desde lo alto; unas veces sola o de tú a tú, codo a codo con otro liniero, según la tarea encomendada. Quizás sea la razón por la que algunos en su unidad empresarial de base le llamen “nuestra Yanelis de las alturas”.

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