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Roselia no escapa sino queda

Ha pasado a vivir en la eternidad la destacada poetisa manzanillera Roselia López Saborit (2 de octubre de 1968 – 30 de septiembre de 2023). Cultivadora amante de la poesía en la llamada estrofa nacional, la salud le jugó una mala pasada en el día preciso en que celebrábamos el Día de la décima iberoamericana. Pero los poetas tienen prohibido marcharse y ella lo sabía. Lo predijo en la estrofa con que cerró su conjunto Escaramuzas, el cual mereció el Premio colateral del Proyecto Perseverarte en el XII concurso nacional Ala Décima 2012:

 

Delante de mis mecenas / se quiebra el mar    se desmaya / mientras termino en la playa / el complot de las arenas / ¿Lo que emigra por mis venas / será un barco confinado / otro versículo osado / donde izar mis asteriscos? / No conjuga el mar apriscos / Escapar queda vedado

 

Roselia López Saborit. Foto: Archivo de Cuba Ala Décima.

 

La noticia dolorosa llegó desde Manzanillo en la red social Facebook, con palabras bellas y sentidas del poeta Angel Larramendi Mecias:

 

CUANDO A LA DÉCIMA LE FALTA UN VERSO

 

Los escritores y artistas manzanilleros, y de toda la provincia, lamentan profundamente la partida física de una de sus voces femeninas más reconocidas.

Ha muerto Roselia López Saborit, decimista por excelencia con varios reconocimientos a nivel nacional e internacional. Laboró por varios años en la Dirección Municipal de Cultura y Arte; y en la actualidad se encontraba trabajando como especialista del Centro Cultural José Martí y colaboraba, además, con el programa campesino Surcando para el futuro, de la emisora local Radio Granma. Autora de los poemarios Desnudos del silencio y Mujer sobre los vidrios de la noche, ambos publicador por la editorial manzanillera Orto.

Humilde y cubana, como la décima, Roselia siempre será recordada por su verso sencillo y su carácter afable.

Despedirla con versos será el mejor homenaje

 

Y a ese llamado respondieron varios autores en la propia red social, entre los primeros la poetisa villaclareña Mabel Quintana Sosa, miembro de la tertulia La décima es un árbol:

 

Muere el cuerpo. De la piel
mulata manzanillera
se exorcizan como cera
el chocolate y la miel.
En las líneas de un papel
con gran dolor se escribía
del deceso.
Y la porfía
surge con la muerte obtusa:
¿Se la llevó como musa
para escribir poesía?

 

Meses atrás, Roselia había solicitado su ingreso al Grupo Ala Décima, lo cual había quedado aprobado por consenso de la mayoría de sus miembros, según costumbre, y se esperaba hacerlo efectivo en el acto previsto para principios del año próximo. La dirección de la agrupación ha decidido validar esa aprobación y hacer llegar a su provincia el correspondiente carné de la colectividad aladecimera, para que sea entregado a sus familiares.

 

En la premiación del XII concurso Ala Décima 2012, Roselia (a la derecha) recibió su lauro colateral de manos de la poetisa Irasema Cruz (a la izquierda). Al centro aparece Bertha María Gómez, quien presidió entonces el jurado. Foto: Archivo de Cuba Ala Décima

 

Nada más justo. Entre sus muchos lauros, Roselia contaba con varios en los certámenes anuales de esa formación de escritores del Centro Iberoamericano de la Décima del Ministerio de Cultura. En el 2009 mereció el tercer lugar del IX concurso Ala Décima, con su obra Fabulando. En el X Ala Décima, su cuaderno El último antifaz del llanto obtuvo el Premio de tema erótico. Y en el XII concurso, correspondiente al 2012, el ya mencionado Premio colateral del Proyecto Perseverarte por su conjunto Escaramuzas.

En esa edición, la humildad de Roselia López Saborit, a la que hacía referencia Larramendi, se puso de manifiesto: Ella y su esposo viajaron desde Manzanillo, se alojaron en una casa amiga en La Habana y asistieron en Alamar al acto de premiación del certamen para recibir el galardón, consistente en una obra de arte, de manos de la poetisa Irasema Cruz, integrante de ese proyecto artístico, miembro del Grupo Ala Décima y del jurado. Desde ese encuentro, dejó huella inmarcesible de cariño que se reavivó después en otros encuentros en su Manzanillo. Una huella que llevará para siempre imborrable su Grupo Ala Décima.

Desde su texto laureado en el 2009, Fabulando, parece decirnos ahora Roselia, para paliar nuestra pena:

 

¿Dónde anclamos el dolor
atado al mástil del alma?

Tras el diluvio la calma
sigue naufragando por
un despiadado sopor
de incriminante desliz

¿En qué prohibido matiz
nace el árbol de la vida
que la tierra prometida
se ha vuelto una cicatriz?

 

 

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