Discurso pronunciado en el Acto de Solidaridad con Cuba y Venezuela

Discurso pronunciado en el Acto de Solidaridad con Cuba y Venezuela

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Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en el Acto de Solidaridad con Cuba y Venezuela, en Nueva York, el 23 de septiembre de 2023, “Año 65 de la Revolución”.

 

Foto: Alejandro Azcuy

(Versiones Taquigráficas – Presidencia de la República)

¡Cuba sí, bloqueo no! ¡Cuba sí, bloqueo no! ¡Cuba sí, bloqueo no! (Exclamaciones de: “¡Cuba sí, bloqueo no!”)

Compañeras y compañeros;

Amigas y amigos;

Hermanas y hermanos:

Cuba y Venezuela están seguros de que con el heroísmo de nuestros pueblos y el apoyo de ustedes, ¡venceremos! (Aplausos y exclamaciones.)

Nos sentimos muy emocionados y conmovidos al participan en este acto de solidaridad de ustedes, las voces dignas de los Estados Unidos, las voces dignas del pueblo norteamericano que dan un enorme apoyo a Cuba y a Venezuela, a nuestras revoluciones hermanas diciendo NO a las sanciones y a los bloqueos (Aplausos y exclamaciones).

Ahora les quiero hacer una pregunta: después de todo lo que se ha dicho aquí, después de todos los sentimientos que se han expresado, después de que ustedes han oído una magnífica muestra de música de jazz norteamericano con la latinidad de la música cubana, por el maestro O’Farrill y su quinteto, ¿hace falta que yo hable? (Exclamaciones de: “¡Sí!”) Ustedes son muy amables y generosos.

Yo tengo muchas cosas que expresarles, sentimientos que provienen del compromiso de la lucha revolucionaria de pueblos como Venezuela, como Cuba, que cuando vemos estas manifestaciones de solidaridad, este empeño por apoyarnos, que precisamente ustedes han propuesto con voces dignas, uno también siente un enorme compromiso, porque sabemos entonces que no estamos luchando solo por Venezuela, no estamos luchando solo por Cuba, no estamos luchando solo por los países y los pueblos del Sur, ¡sino que ustedes y todos nosotros estamos luchando por un mundo mejor que es posible! (Aplausos y exclamaciones.)

Ese sentimiento que estamos compartiendo todos aquí en esta noche es la enseñanza, es el ejemplo, es lo que nos pidieron Fidel y Chávez (Aplausos y exclamaciones).

Hermanas y hermanos:

Al participar en este acto estaba pensando en el camino que nos ha hecho llegar hasta aquí, y recordaba también un acto similar hace cinco años en la Iglesia Riverside, cuando asistimos, como en esta ocasión, con la delegación cubana que iba a participar en una sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (Aplausos).

Esa noche nosotros llegamos con mucho nerviosismo a Riverside, allí estaba el espíritu de Fidel. Fidel visitó Riverside y fue recibido por la comunidad norteamericana en Riverside (Aplausos); ahí explicó al pueblo norteamericano las esencias de la Revolución Cubana. Toda esa historia que conocimos desde pequeños nos presionaba mucho al estar en el mismo lugar donde Fidel había hablado para los norteamericanos.

Esa noche llegó también a Riverside el presidente Maduro (Aplausos) y esa noche Riverside, Cuba y Venezuela recibieron el calor, el apoyo, el afecto, el amor y la solidaridad del pueblo norteamericano; y la magia y la significación del lugar enseguida se nos hizo común, porque fuimos atendidos con enorme gentileza y amor por Gail Walker, aquí presente (Aplausos). Ahí la conocí personalmente y se inició una amistad y una hermandad que prevalece y va a prevalecer siempre, Gail, ¿verdad? (Aplausos.)

Después, jóvenes periodistas que trabajan en mi equipo me presentaron a Manolo (Aplausos), un inquieto joven dominicano-norteamericano (Aplausos), un gran amigo de Cuba (Aplausos y exclamaciones), y desde el primer encuentro hablamos del socialismo, de los retos de la construcción socialista en tiempos tan difíciles, y de la aspiración por el socialismo de muchos jóvenes en Estados Unidos, que están hoy aquí presentes (Aplausos y exclamaciones).

Pasando el tiempo, Manolo me presentó a Prashad y con él también tuvimos una conversación de mucha convicción, de coincidencias de ideas, de cómo construir el socialismo, de cómo promover las ideas del socialismo entre los jóvenes, hablamos hasta de boxeo, y se inició una amistad, la cual hemos compartido en varios momentos.

Posteriormente, Manolo llevó a un grupo de jóvenes norteamericanos a Cuba, muchos están aquí presentes (Aplausos y exclamaciones), nuestros amigos, nuestros hermanos de The People´s Forum (Aplausos y exclamaciones); así fuimos en varias ocasiones teniendo encuentros, conversando, ellos visitando Cuba; apreciamos sus campañas de apoyo, y cómo las ideas más justas estaban presentes en la nueva generación de norteamericanos.

Nunca vamos a olvidar las acciones que ustedes protagonizaron en solidaridad con Cuba cuando nos quisieron aislar en la Cumbre de las Américas (Aplausos). Nunca vamos a olvidar las manifestaciones que en estos años han estado haciendo, sobre todo los fines de semana, contra el bloqueo (Aplausos). ¡Y por eso hoy estamos aquí!

Esta es la última noche que vamos a estar en Nueva York durante esta visita. Habíamos visitado la sede de The People´s Forum en estos días, habíamos podido conversar con Manolo y con otros de ustedes. Ayer ustedes se manifestaban en las calles de Nueva York, no nos pudimos contener y tuvimos que ir a la esquina donde estaban apoyándonos para saludarlos, abrazarlos y agradecerles (Aplausos y exclamaciones).

Pero lo que no podíamos imaginar era que en las últimas horas que íbamos a estar en Nueva York estaríamos viviendo estas emociones en un acto de solidaridad con Venezuela y con Cuba (Aplausos y exclamaciones).

Ustedes nos han brindado amor, nos han brindado apoyo, nos han brindado solidaridad; ustedes nos han abrazado, y nosotros venimos aquí hoy a darles amor, a expresarles nuestra solidaridad y a agradecerles esos abrazos (Aplausos y exclamaciones). Esta noche, en estos instantes les estamos abrazando en nombre del pueblo cubano (Aplausos y exclamaciones). Este encuentro colma las emociones que hemos estado viviendo en estos días.

El primer día de nuestra estancia en Nueva York visitamos el Memorial y Centro Educativo Malcolm X y Doctora Betty Shabazz (Aplausos y exclamaciones). Fuimos a rendir homenaje a un luchador norteamericano, a un defensor de los derechos humanos, a un defensor del pueblo afronorteamericano, a un defensor de las causas justas. Y con esa visita le rendíamos homenaje precisamente en la víspera del día en que se conmemoraban 63 años del encuentro aquí en Nueva York de Malcolm X y Fidel Castro (Aplausos y exclamaciones).

Era septiembre de 1960, el Departamento de Estado había impedido que Fidel se alojara, no daba las seguridades para que la delegación cubana pudiera permanecer en Nueva York cuando acudía a una sesión de las Naciones Unidas. Y Malcolm X le abrió la puerta de Harlem, y propició que Fidel se hospedara en el Hotel Theresa, en Harlem (Aplausos y exclamaciones). Ahí se inició una amistad indestructible, que es también cimiento de la que hoy estamos compartiendo entre el pueblo norteamericano y el pueblo cubano (Aplausos y exclamaciones).

En estos días hemos podido tener encuentros con representantes de diferentes sectores del pueblo norteamericano, con el sector de la ciencia, de la cultura, de la salud, con empresarios norteamericanos y empresarios cubanos que viven en Estados Unidos, y que promueven los vínculos comerciales con Cuba (Aplausos).

Tuvimos un íntimo encuentro con cubanos que viven en Estados Unidos y de ellos recibimos mensajes de apoyo y de solidaridad, porque todos ellos y ustedes están construyendo puentes de amor, como Carlos Lazo, entre el pueblo cubano y el pueblo norteamericano (Aplausos y exclamaciones).

Comprenderán que en un momento en que Cuba vive con un bloqueo recrudecido, y cuando sentimos también los efectos de ese recrudecimiento al habernos incluido en una lista de países que supuestamente apoyan el terrorismo, encontrarnos con ese apoyo, con esa fuerza, con ese aliento, y con esa energía que ustedes nos dan, nos obliga a expresarles estos sentimientos y a agradecerles.

Como conocen, hemos estado participando, como parte de una delegación cubana, en la 78 Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Hemos acudido aquí no solo para levantar la voz del pueblo cubano; hemos venido también para levantar la voz de los pueblos del Sur (Aplausos y exclamaciones), porque Cuba en estos momentos está presidiendo el Grupo de los 77 y China, un grupo de más de 133 naciones del Sur que coordina acciones a favor de los países en desarrollo; un grupo diverso e integrado fundamentalmente por naciones de África, Asia, y América Latina y el Caribe, y en ese grupo ¡somos el Sur!

Somos herederos de un pasado común como colonias; sufrimos la explotación y el saqueo de nuestros recursos naturales y humanos con el cual se beneficiaron y enriquecieron las antiguas metrópolis europeas. Y en épocas contemporáneas nuestros pueblos también han sido víctimas de expresiones de neocolonialismo.

Ancla Somos más del 80 % de la población mundial y somos la mayoría de los pueblos que han sido más castigados por la pobreza, el hambre, la miseria, las muertes por enfermedades curables, el analfabetismo, los desplazamientos humanos y otras consecuencias del subdesarrollo.

Somos también las naciones que más sufren las consecuencias del cambio climático, de la crisis climática que vive el mundo, cuya causa son los patrones de producción y consumo insostenibles del capitalismo. En síntesis, somos las primeras y principales víctimas del cambio climático.

Cuba se empeñó en que en la Presidencia pro tempore promoviéramos nuestro compromiso de defender la causa de esos pueblos, que es también la causa del pueblo cubano (Aplausos), y es la causa a favor de la justicia por la que también se lucha en los países desarrollados y que defienden ustedes aquí en los Estados Unidos.

Ancla Hoy existe un orden económico internacional que genera y perpetúa el subdesarrollo, que garantiza modos de vida lucrativos e insostenibles solo para unas minorías, a costa de condiciones de vida deprimidas para las mayorías tanto en naciones en desarrollo como en países desarrollados. Faltan empleos dignos, sistemas de educación básicos de calidad, servicios de salud accesibles para todos y otras formas de justicia social a las que debían tener acceso todas las personas, a las que debían tener acceso todos los pueblos del mundo, y que hoy no las tienen grandes mayorías, incluso en los países ricos.

Es por eso que reclamamos solidaridad y no egoísmo; cooperación y no rivalidades; trabajo digno y no explotación; armonía, respeto y tolerancia, y no racismo, ni discriminaciones de ningún tipo (Aplausos y exclamaciones).

Los pueblos tienen derecho a determinar su destino sin injerencias ni imposiciones extranjeras (Aplausos y exclamaciones).

Las naciones tienen derecho sobre sus fuentes de riqueza y sus recursos naturales, los cuales no pueden seguir siendo patrimonio intocable de las grandes empresas transnacionales (Aplausos y exclamaciones).

Nuestros pueblos tienen también el derecho a identificar y rechazar los patrones culturales enajenantes que nos tratan de imponer, esos que nos tratan de imponer los medios de comunicación, que son también nuevas formas de colonización (Aplausos y exclamaciones). Tienen como objetivo desmovilizar, confundir, desorientar y deprimir la capacidad de movilización y respuesta de nuestros pueblos; promoviendo el egoísmo y el consumismo; generando apatía y resentimiento, y a la vez celebran patrones de éxito y bienestar que son insostenibles; desprecian la justicia social y el valor de las ideas; pretenden que ignoremos nuestra historia y tratan de dividirnos.

Vivimos en un mundo cada vez más polarizado, donde los gastos en armamentos son descomunales, donde los patrones de producción y consumo amenazan la estabilidad ambiental y pueden llevarnos al pesimismo.

Pero esa no es la naturaleza de los revolucionarios (Aplausos y exclamaciones), ¡esa no es la opción para quienes confiamos en que un mundo mejor es posible, y para los que tenemos la convicción de que vale la pena luchar por ese mundo mejor que también es posible! (Aplausos y exclamaciones.)

Por eso para nosotros es un motivo de gran satisfacción reunirnos con ustedes que son compañeros, amigos, hermanas y hermanos que comparten estas ideas.

Es un privilegio poder expresar en un escenario como este nuestra gratitud y reconocimiento a quienes durante tantos años han acompañado la causa de Cuba en defensa de su independencia, del derecho a determinar su propio destino y a quienes durante tanto tiempo han luchado contra el criminal bloqueo yanqui (Aplausos y exclamaciones).

Es también un privilegio poder unir aquí esta noche nuestra voz a la de ustedes en solidaridad con Venezuela (Aplausos), con Nicaragua (Aplausos y exclamaciones), ¡y con el pueblo de Puerto Rico que hoy celebra su glorioso Grito de Lares! (Aplausos y exclamaciones de: “¡Viva Puerto Rico!”) Y también con los pueblos de América Latina, el Caribe, África, Asia y todos aquellos, incluso en Europa y Norteamérica, que son víctimas de la injusticia y la desigualdad (Aplausos).

Es un privilegio, además, compartir con tantos amigos y escuchar en sus propias voces los problemas políticos y sociales que enfrentan en su día a día.

En Cuba el proceso revolucionario transformador continúa el rumbo del socialismo (Aplausos). Transitamos por momentos especialmente difíciles, como ustedes conocen, en el manejo de la economía, como consecuencia del recrudecimiento del bloqueo, por las afectaciones que provoca la inclusión en la lista de países que supuestamente apoyan el terrorismo, y también por problemas e insuficiencias internas que tenemos que superar; y eso deben conocerlo nuestros amigos y lo compartimos con ustedes. Esas realidades las perciben cuando visitan nuestro país.

El efecto combinado de la pandemia de la COVID-19 y del reforzamiento del bloqueo económico plantean obstáculos significativos para asegurar el crecimiento económico y garantizar muchas de las necesidades de la población. Pero, incluso, bajo esas condiciones no hemos dejado ni dejaremos de priorizar la justicia social (Aplausos y exclamaciones); no dejaremos de garantizar las necesidades fundamentales de la población.

Continuaremos defendiendo la equidad y seguiremos empeñados en la voluntad de proteger el sistema socialista por el que se han sacrificado tantas generaciones de cubanos (Aplausos).

No hemos abandonado nunca ni abandonaremos el principio de la solidaridad ni siquiera en los momentos de mayores limitaciones materiales, y seguiremos compartiendo no lo que nos sobra sino lo que tenemos (Aplausos y exclamaciones).

Como ustedes conocen, durante la COVID-19 el Gobierno de los Estados Unidos actuó de manera perversa hacia Cuba y tuvo un comportamiento criminal en algunas de las acciones que realizó contra nuestro pueblo en aquellas difíciles circunstancias; presionó a compañías en el área de Latinoamérica y el Caribe para que no le vendieran oxígeno medicinal a Cuba cuando nuestra planta sufrió una avería en medio del pico pandémico; impidió que compañías que comercializan ventiladores pulmonares le vendieran a Cuba los mismos cuando necesitábamos ampliar las salas de cuidados intensivos; pero nuestro sistema de Salud Pública y nuestro nivel científico permitieron que pudiéramos superar la adversidad (Aplausos).

Los científicos cubanos, entre ellos jóvenes, ¡crearon las vacunas que salvaron el país! (Aplausos); jóvenes científicos diseñaron y construyeron ventiladores pulmonares de altas prestaciones (Aplausos), y así nuestro control de la enfermedad clasifica entre los mejores del mundo, con vacunas, medicamentos, equipamientos y protocolos hechos en Cuba (Aplausos).

Pero también nos resultó muy importante y altamente estimulante recibir, en ese complejo escenario, la ayuda solidaria internacional, en particular de grandes cantidades de jeringuillas que llegaron de muchas partes del mundo, ¡que llegaron de los Estados Unidos, que las enviaron ustedes! (Aplausos y exclamaciones.)

La apuesta del imperialismo en las horas más difíciles de estos últimos años ha sido lograr el fin de la Revolución y el desplome del socialismo en Cuba, y es cierto que nos han causado daños, penurias, escasez y otras dificultades, ¡pero no lograron derrumbar la Revolución Cubana ni lo van a lograr nunca! (Aplausos y exclamaciones.)

La resistencia creativa del pueblo cubano ha demostrado que el imperialismo no tiene capacidad para doblegar nuestra voluntad, ni quebrar el compromiso de nuestro pueblo con la Revolución y el socialismo (Aplausos).

Tenemos fe en nuestra causa, confiamos en nuestra obra de justicia social y sentimos el respaldo solidario de hermanos y hermanas en todas partes del mundo (Aplausos).

¡Reciban un abrazo fraterno y solidario del pueblo de Cuba! (Aplausos.)

¡Reciban un mensaje de amistad para el pueblo norteamericano, y también para todos los pueblos representados por ustedes aquí!

Creemos firmemente, como nos enseñó Fidel, “que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas”.

¡Seguiremos junto a ustedes luchando por Cuba! (Aplausos), ¡luchando por el socialismo!, (Aplausos), ¡luchando por la justicia social!, (Aplausos), ¡luchando por conquistar un mundo mejor! (Aplausos.) ¡Y lo lograremos! ¡Y venceremos! (Aplausos.)

¡Hasta la Victoria Siempre!

(Exclamaciones de: “¡Cuba sí, bloqueo no!”)

(Ovación.)

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