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LA GUAGUA: Exclusivo para que lean quienes no dan botella

Esta Guagua hace un recorrido especial para dar botella a los choferes y ciudadanos con vehículos asignados para sus funciones, pero que no dan botella, por tanto, todos ellos caben y pueden abordar porque hay espacio suficiente para que lean cómodamente.

A los demás, a los botelleros, les comentamos que pueden ahorrarse la lectura porque nada nuevo encontrarán, pues solo hay un pálido reflejo de lo que ellos mismos han pensado, dicho o escuchado bajo el inclemente sol, la llovizna pertinaz, las noches y madrugadas, o cuando han estado urgidos de trasladarse.

La Guagua da la oportunidad de no tener que oír directamente al prójimo para saber lo que opina y apreciar lo que sienten cuando los dejan botados, la mayoría de las veces sin siquiera ser mirados, tal vez por alguna pequeña dósis de pudor o quizás por menosprecio.

 

 

Antes de transcribir los comentarios digitales, contaremos un hecho de la vida real de los años 80 del siglo pasado en una provincia:

Durante poco más de tres horas, los principales cuadros del territorio fueron convocados con un orden del día para tratar asuntos relativos a sus gestiones y metas, pero antes de comenzar les hicieron un llamado al uso racional de los vehículos y socorrer a las personas varadas en las carreteras por falta de transporte público.

Este redactor es testigo de que no llegaron a ningún acuerdo en una empantanada discusión, y que solamente uno cumplió cabalmente y fue solidario con sus compatriotas.

Rememorado el recuerdo, he ahi varias preguntas con las correspondientes respuestas que fueron seleccionadas para no reiterar lo ya dicho o por ser reacciones muy justificadas que cualquiera dice en tales circunstancias, pero demasiado crudas :

¿Por qué alguien con carro estatal no da botella? Ocho posibles respuestas:
Porque está escaso de tiempo y si para, llega tarde
Porque habla temas secretos.
Porque va lleno.
Porque debe recoger otras personas en funciones de trabajo.
Porque le pueden romper los asientos y las puertas.
Porque le ensucian el carro
Porque no es revolucionario.
Porque es un contrarrevolucionarios que quiere crear descontento.

He aquí los comentarios:
Yadian Perez:

Y por mala persona

Laura Oal:

Porque se le olvidó el trabajo que pasaba cuando no tenia carro .

Rafael Plasencia Jorge:

Hay un sinnúmero de motivos, pero a grandes problemas grandes soluciones. Considero que no se aplican con el rigor necesario las indicaciones al respecto. No siempre se puede acudir a la »conciencia’’, hay que ser más enérgico.

Lourdes Pichs:

Porque no les da la real gana y poco pasa o les importa…

Yanet Rodriguez:

Porque no ha sufrido el estar esperando en una parada

Lisandra Martín:

Porque hay total impunidad y ninguna exigencia desde el gobierno central

Eliyane Obregon Turiño:

Porque se cree que el carro es de él

Marilyn León:

Sencillamente porque nos hemos deshumanizado, nada justifica actuar obviando la esencia del cubano, ser solidario, eso siempre ha sido nuestra principal riqueza

Manuel Fernández Malagón:

Porque se les puede contaminar el carro «con gente de a pié «

Víctor Angel Fernández González:

Por culpa del bloqueo
Porque los Industriales no ganaron el campeonato.
Porque Riviera anuncio lluvias.
Por la incomprensión de la ruta y la franja de la sede.
Por el resultado de las votaciones en el Consejo de seguridad.
Porque a Daddy Yankee ya no le gusta la gasolina
Y la última, porque el Chino pregunta mucho.

Iluminada Salinas:

Porque pierden tiempo recogiendo gente y llegan tarde a la playa

Elías Argudín Sánchez:

Otra: Se cree tan importante que mira con desdén las urgencias de los demás.

Alina Lopez Ochoa:

Sencillamente porque se creen dueños y porque sus jefes tampoco se detienen… no se mira para esos lugares conocidos como paradas y puntos de embarque. Y si es de noche, ni te cuento… hace menos de 24 horas lo sufrí, una vez más, en carne propia. Una urgencia de salud. Trasladar a mi padre hasta el hospital y luego intentar llegar yo porque vivimos en sitios distantes. Después de caminar varios kilómetros en medio de una ciudad casi apagada, un terrícola detuvo su triciclo para recogerme. Gracias a él y a los $200 que pagué pude llegar hasta donde mi padre!!!

Berta Luisa Camacho Jimenez:

Ya conté esto, una vez cdo fui a montar en una botella el jefe me bajo pq el asiento libre era para la laptop

 

¿Qué por ciento de los kilómetros recorridos por carros estatales son en función del trabajo para el cual fueron asignados?

Aristides Ramon Sotonavarro:

Buena pregunta!

Normando Hernandez Castro:

Esa pregunta debe ser para los choferes de ésos carros…

Sandy Rodriguez Pérez:

Los domingos son días buenos para sacar esa cuenta

Yadian Perez:

Menos del 20%

Zaida Ramos:

No creo que muchos

Oslaida Monteagudo Llanes:

Y, ¿en qué por ciento de sus recorridos han «tirado un cabo» a la población que enpera ansiosa en qué moverse?

Gadiel Navia Garcia:

Como 10 km

Rafael Gonzalez:

El 95% son asignados para el jefe y su familia y en muchas ocasiones para las queridas de los jefes. (Me ha recordado usted al humorista que hacía el papel de Lindo Oro incapaz).

Alexander Parra Suárez:

Es inevitable que quien tenga un auto asignado para su trabajo lo emplee en asuntos personales en el tiempo libre, los capitalistas que bien saben eso, y también tienen autos propiedad de las compañías, asignan un por ciento de combustible y otros recursos en función del trabajo a cumplir, el resto lo paga la persona, así como mantenimientos y reparaciones. Así se libraría al Estado de tal obligación. ¿Que entonces la persona se sentiria propietario y no recogería a nadie? Bueno, pero eso ya está pasando y ni las multas ni el primer ministro emplazando públicamente a responsables e irresponsables han resuelto el problema y el Estado sigue sufragado todos los gastos.

Blas Oscar Perez Rivero:

Recuerdo la época que se prohibía el uso de vehículos estatales para asuntos personales, pero hoy… los vemos que son utilizados para ir a bodegas, llevar niños a la escuela, etc etc etc .algo andará mal o son ideas mías que ya estoy viejo.

 

¿Qué interpretar del doloroso hecho de que «dueños» y choferes de carros estatales no dan botella?

Odalis Zabalo:

No te atormentes con eso, qué lo qué no tiene solución no tiene solución!!!

Rafael Plasencia Jorge:

Ya lo dijiste: DUEÑOS.

Yadian Perez:

Yo te lo puedo decir en buen cubano, son unos (Nota del redactor: Borramos el calificativo)

Antonio Garcia Acuña:

Total falta de solidaridad en un pueblo que ha dado hasta su sangre y la vida por otros pueblos del mundo.

Normando Hernandez Castro:

Porque ni uno ni otro tienen la necesidad del que está botado en la carretera esperando algún transporte…Y porque ni uno ni otro cumplen las indicaciones del Primer Ministro… Miren que hace tiempo que el compañero Manuel Marrero dijo públicamente en la Televisión Cubana que todos los Carros Estatales tenian la obligación de recoger a las personas que estén esperando transporte en la calle…Pero nadie, ó muy pocos, (poquisimos), son los que cumplen..

Víctor Angel Fernández González:

El día que ese tema sea análisis diario de los organismos, existira algún cambio. Mientras tanto me quedo con la opinión de que a esos directivos (no a los choferes) ni siquiera les interesa el tema.

Leonel R. Torres Manso:

Hay que colegir que entre sus funciones «sociales» y/o personales, productivas o improduductivas casi siempre, sin «conciencia» que era verde y se la comieron los chivos, no están las de aliviar situaciones pues no es de interés estaticular el despelote de casi/todas las actividades de un país que por ese y otros comportamientos mezquinos, hacen caer a pedazos.

Guajirita Anita:

Que están en el lugar equivocado que están poseidos, es una forma de abuso de poder, y es una forma de crear disgusto en el pueblo de a pie.

Carlos Ismael Alvarez:

Como un verdadero acto contrarrevolucionario. Mi moto es estatal, y paro a recoger en los puntos de recogida.

 

En resumen: Esperamos que quienes no san botella agradezcan que le hayamos dado una brevísima muestra de todo cuanto dicen y piensan las personas que esperan en que trasladarse estando en las orillas de caminos y carreteras, puntos de recogida, paradas de transporte público y terminales.

Sin tener que estar cara a cara, frente a frente físicamente ante los botelleros y necesitados de viajar, han tenido la oportunidad de leer estas expresiones que reflejan sentimientos.

 

En una reunión con trabajadores de la Cooperativa de Ómnibus Aliados en La Habana, el 30 de marzo de 1959, Fidel dijo: «Ustedes saben que uno de los lugares donde más se discute de política, de revolución, de economía y de todo, es en el ómnibus, ¿no? Es como una plaza pública el ómnibus, es como una mesa redonda; un ómnibus es como una mesa redonda permanente, donde todo el que sube opina. (…) a veces pregunto qué se habla en los ómnibus, para enterarme de cómo andan las cosas.»
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