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LA GUAGUA: No hay indiferentes ante la bancarización

Unos están preocupados por el desconocimiento, otros por conocer que la bancarización beneficia al país y a cada individuo, pero quieren que avance más, también están quienes tienen incertidumbres de que los resultados sean los previstos, pues en ocasiones las dificultades han frustrado intentos total o parcialmente.

 

Tanto los que viven permanente o temporalmente en Cuba, como los originarios de ella radicados en otras naciones, con planes de retornar o no, han reaccionado ante el anuncio de nuevas medidas para avanzar hacia la bancarización.

Los enemigos son los menos indiferentes, pues están convencidos de que esos pasos resultan imprescindibles, sobre todo actualmente, por lo cual sin dejar de entorpecer mediante mecanismos del bloqueo, crean malestar e inducen a las personas a no colaborar.

Han manipulado sin escrúpulos desde el primer día que se anunciaron las nuevas medidas, y nunca han reconocido que dijeron mentiras, sino que una vez descubiertas, lanzan otra preparadas con antelación.

Con toda razón existe la afirmación de que la bancarización:

no ha dejado indiferente a nadie. Ha provocado un sinfín de opiniones y cuestionamientos.

Lo mismo sucedió cuando se implantó el bloqueo que por abarcar lo económico, lo comercial y también lo financiero, los agoreros lanzaron la idea de que bajo los efectos del falsamente llamado embargo, la Revolución no lograría sobrevivir, y resultó que se fue arraigando y hasta derrotó una invasión en menos de 72 horas.

No hay que ser enemigo, cualquiera puede tener posiciones como las expresadas en este post:

Nada en contra de la bancarización, todo lo contrario. No obstante me parece que se debe hacer con calma y cordura. Estoy de vacaciones en estos momentos en Cuba. Enormes colas en los bancos y cajeros, si a esto le sumas los límites para sacar dinero…. La infraestructura bancarias en Cuba no está lista para una bancarización. Hay que aceptarlo.

Desde hace muchos años han ido creando moldes en los cuales todos los datos que se viertan sobre ellos formarán la opinión prevista, y cuantos argumentos o explicaciones demos, los troquelan con la forma que les conviene.

Como si fueran cerrajeros, tienen una matriz con la cual guían los mecanismos para dar forma a llaves que abren puertas hacia rumbos inciertos, en este caso:

No existen las condiciones tecnológicas para la bancarización.

También usaron esta misma artimaña cuando Cuba se lanzó a asaltar el Moncada del siglo XXI con la creación de vacunas contra la Covid-19 en medio de las más adversas condiciones, las mismas que atravesó la humanidad, pero amplificadas por la hostilidad del gobierno más poderoso del mundo.

Y una vez alcanzado el descomunal éxito contra la pandemia, pasaron a mentir y luego a callar ante la solidaridad cubana con otros países en el enfrentamiento y control del de la enfermedad pulmonar.

No es de extrañar que digan:

No es de extrañar que, en sintonía con lo señalado por expertos o con sus propias razones, muchos en las calles cubanas no escondan su preocupación y desconfianza con el paquete recién anunciado. Incluso, sin entender todavía a cabalidad el contenido y alcance de las medidas en su vida cotidiana.

Por muchos esfuerzos realizados para elevar la cultura económica de los trabajadores y sus familiares, todavía está pendiente, y habrá que conseguirla aunque a escala planetaria estos asuntos, incluidos el de la bancarización, constituyen una materia árida reservada para expertos, pero no del dominio popular.

Eso hace que no se entienda a cabalidad el contenido y alcance de las medidas en la vida cotidiana del cubano, sobre todo cuando recae sobre él un fardo tan pesado como los desabastecimientos que además, vienen acompañada de la matriz o troquel de que el bloqueo no existe.

Por tanto, para los malintencionados, el terreno está abonado para generar y acentuar la

preocupación y desconfianza con las medidas

No obstante, algo bueno pasa: ni hay indiferentes, ni nadie esconde sus preocupaciones, lo cual facilita el camino hacia la comunicación para hacer aclaraciones como en el caso de una situación reconocida por quienes la padecen y tratan de resolverla:

las carencias tecnológicas en la isla.

Las carencias tecnológicas empezaron a convertirse en obstáculos desde el mismo momento en que la Revolución las necesitó para desarrollarse, y al no tenerlas, buscó soluciones como el caso emblemático de los faroles chinos usados para alfabetizar en horario nocturno en las abundantes zonas no electrificadas de aquellos años.

Tanto los desinformados, como las huestes dedicadas a la manipulación hablan o escriben afirmaciones o negaciones que nada tienen que ver siquiera con rápida mirar a sus alrededores para valorar el desarrollo del acceso y uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en Cuba, obnubilados por la matriz de opinión de que vivimos en plena indigencia tecnológica.

A continuación, presentamos algunos datos para ampliar conocimientos populares, no para tratar de convencer a cubanólogos y pitonisos que desde el amanecer del primero de enero de 1959 están dando fechas de caídas de la Revolución Cubana ahora se visten de economistas, académicos y empresarios.

En 1987 comienza el programa de los Joven Club de Computación y Electrónica que ha preparado de forma gratuita a más de cinco millones de cubanos.
En 1992 surgió la red Infomed, como un proyecto del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas.
En 2002 se inauguró la Universidad de las Ciencias Informáticas con 2 008 estudiantes todos los municipios.
En 2010 se crea una enciclopedia colaborativa en línea, EcuRed.
El 83 % de los lugares donde viven los cubanos tiene cobertura de telefonía móvil, el 50 % cobertura 4G, y el 75 % 3G.
En 2021-2022 aumentó el tráfico mensual a internet en 3,2 veces y 1,9 veces la conectividad internacional.
El tráfico en las redes sociales digitales en 2022, en una medición realizada en un periodo de 48 horas, alcanzó la cifra de 4,2 millones de suscriptores. En 2021, en un momento similar, el comportamiento fue de 3,6.
En mensajería instantánea también hubo un incremento de 135 TB en relación con el año anterior.
Al cierre del año pasado, Facebook tenía 4,1 millones de suscriptores (+600 000); YouTube 3,9 millones (+600 000); WhatsApp 3,9 millones (+300 000), Telegram 3,7 millones (+300 000) y Twitter 3,7 millones (+1,4 millones).
Un país bloqueado y subdesarrollado como Cuba ha creado dos pasarelas nacionales de pago electrónico: Transfermóvil y EnZona que se integran con cualquier plataforma electrónica que ofrezca productos y servicios de organismos y entidades y con los bancos.
Transfermóvil, tiene 4,3 millones de clientes activos; en el primer semestre de este año se realizaron 444 millones de operaciones y se estima que al cierre del año se alcancen mil millones de operaciones.
En la actualidad se paga el 87,8 % de la telefonía, 40,05 % de la electricidad, 60 % de los impuestos, 25,6 del gas y 8,35 del agua.

En resumen: En la bancarización, como en otras ocasiones, prácticamente todas, las demandas superarán las condiciones materiales, y esas necesidades harán crecer los avances de ciencia, técnica e innovación tecnológica hasta conseguir los objetivos.

Tan pronto los malintencionados noten que el ciudadano se está dando cuenta de la situación, aplicarán otros ataques seguramente ya previstos y que no serán los ya pasados de moda de que al gobierno no le conviene que el pueblo tenga Internet para que no se entere de lo que pasa en el mundo.

Como mismo trataron de hacer invisible que impidieron la adquisición de ventiladores pulmonares cuando más se necesitaban para salvar vidas, lo harán con los recursos para la bancarización. Hay que estar alertas, informados y confiar.

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En una reunión con trabajadores de la Cooperativa de Ómnibus Aliados en La Habana, el 30 de marzo de 1959, Fidel dijo: «Ustedes saben que uno de los lugares donde más se discute de política, de revolución, de economía y de todo, es en el ómnibus, ¿no? Es como una plaza pública el ómnibus, es como una mesa redonda; un ómnibus es como una mesa redonda permanente, donde todo el que sube opina. (…) a veces pregunto qué se habla en los ómnibus, para enterarme de cómo andan las cosas.»
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