¡Directo al grano!

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Mientras aumenta el déficit del café normado para la población, ¿qué hacen los trabajadores de las torrefactoras? Como ejemplo, les mostramos el quehacer de la mayor planta del país, la de 8 Vías, en La Habana

 

Ya el ambiente en la UEB Torrefactora 8 Vías no está impregnado del inconfundible y exquisito aroma del café. Hornos, máquinas y otros equipos están detenidos desde hace varias semanas, y su colectivo laboral combate para hoy y en venideros meses completar un ingreso económico que pueda rivalizar con la dura cotidianidad.

 

Apuestan por la fabricación y venta de croquetas. Ojalá obtengan plausibles resultados. Foto: Alejandro Acosta

 

Un poco de historia

Tras los primeros diez días de julio pasado, cuando producían lo correspondiente a la canasta familiar del mes de mayo —que felizmente concluyeron— llegó el difícil momento en que se agotó la materia prima. Pareció que el mundo les venía encima. ¿Qué hacer? ¿Estaban preparados para afrontar esa contingencia?

“Con destino a la canasta familiar normada en el primer semestre del año debimos recibir 3 mil 500 toneladas de café verde provenientes de la agricultura, pero solo nos llegaron 3 mil 233, o sea un 95 %. Además, debimos importar 3 mil 818 toneladas y el real fue de solo mil 115, debido a grandes problemas financieros.

“Estamos en agosto y nacionalmente solo hemos completado el café de los primeros cinco meses del año. Cargamos el déficit de junio y julio, aunque sí fabricamos el que va al consumo social (funerarias, hospitales y un mínimo nivel para muy contados organismos), el turismo y el consumo interno en divisas”, nos informó Daniel Davis Hernández, director técnico productivo de la Empresa Cubacafé, que agrupa las 14 torrefactoras que fabrican el producto normado para la población y otros fines.

 

Daniel Davis Hernández, director técnico productivo de Cubacafé, reconoce que la UEB 8 Vías fue la última en incorporarse a las producciones alternativas. Foto: Alejandro Acosta

 

Agregó que “el que destinan al turismo y al mercado interno en divisas es el que garantiza la sustentabilidad de la empresa. Es el único modo de reaprovisionarnos. Con esa moneda convertible podemos comprar más, volver a producir y reaprovisionar el mercado interno”.

Precisó también que el café de la canasta básica y de los organismos centrales está balanceado nacionalmente, es decir, es un financiamiento que pone el país. “Nosotros compramos el del mercado interno en divisas, así como las bolsas y el polipropileno para el de la población, lo que antes hacía el Estado”.

Aumenta el déficit y disminuye el salario

Conversamos en la propia UEB habanera. “Para lo que resta del año las perspectivas no son muy optimistas. Ya la agricultura concluyó sus entregas y hay que esperar hasta octubre o noviembre para tener algún suministro y poder cumplir el plan del año. Por ahora no se vislumbra ninguna importación.

“Cada mes necesitamos nacionalmente 740 toneladas del grano para, unidas al chícharo, producir las mil 180 toneladas de la canasta básica. Pero comienza agosto y no tenemos materia prima para reiniciar la producción”, reconoció con pesadumbre el directivo.

Con insistencia pregunté sobre la estrategia a seguir, qué hacen la empresa, las administraciones y los sindicatos cuando esta y otras torrefactoras no muelen ni tuestan café. ¿Qué hacen hoy los trabajadores de 8 Vías? ¿Y su salario, al menos el básico?

Con las alternativas que tratan de poner en práctica para evitar un proceso de disponibilidad parece incierto el propósito de asegurar el trabajo, y por tanto, el necesario salario.

En las torrefactoras del país laboran unos 900 trabajadores y en esta, 8 Vías, 65, de ellos 53 directos a la producción, estos últimos con un salario medio en marzo pasado de 2 mil 491 pesos. En junio promediaron mil 172 pesos, mientras que en julio fue de mil 632 CUP, una evidente afectación de su salario básico, nos comunicó Yohanys Llanes Apesteguía, director de la citada UEB, la mayor y más moderna del país.

Al momento de nuestra visita aún no habían cobrado julio, su mes vencido, pero no era osado pensar que la afectación aumentaría.

Sobre nuevas producciones alternativas, Llanes Apesteguía refirió sus gestiones con directivos de empresas agrícolas de Mayabeque. “Estamos en espera de esas respuestas, pues nos hablaron de ajonjolí, maní, de un nivel de soya, sembrados que ellos tienen y aquí pudiéramos trabajarlos. En esa situación y con la ayuda de la empresa nos decidimos por las croquetas de pescado. Creemos que con estas podamos garantizar el salario de los trabajadores, quienes no tendrán que ir para sus casas sin laborar”, dijo.

Por su parte Ramón Fornés Torres, secretario general del sindicato en 8 Vías, indicó que en julio se trabajó para el consumo social y el turismo, es decir, ese mes no estuvieron en cero. “Cuando ya se avizoró el final de la materia prima buscamos un vínculo con alguna entidad de la agricultura y decidimos la producción de croquetas. También accionamos en función de mejoras tecnológicas y mantenimientos”.

 

“Tenemos que buscar nuevas producciones alternativas, pues solo con croquetas no podremos asegurar el salario de los trabajadores”, puntualizó Ramón Fornés Torres, secretario general del sindicato en 8 Vías. Foto: Alejandro Acosta

 

El sindicalista valoró además la necesidad de hacer sostenibles esas producciones alternativas, aunque se queja del pequeño volumen de maní que pudiera ofrecer la agricultura para ser tostado en la UEB. “Solo con croquetas no vamos a garantizar el salario a los trabajadores. Por eso hay que gestionar otras producciones”.

Hasta ahora son ideas, no dinero

“La intención es que con las producciones alternativas se puedan pagar los gastos directos y el salario básico. Es muy difícil que podamos ganar utilidades como sí logramos en el primer trimestre del año 2023. Pero con 226 toneladas menos —la producción mensual de 8 Vías— no alcanzaremos”, aseguran directivos de Cubacafé.

Es de lamentar que la fabricación de croquetas solo lleve dos días. Son tres brigadas de 12 integrantes cada una. ¿Podrán formar su salario?, les pregunté. “No sabemos si podremos o no. Empezamos ahora”, nos expresó una de las jefas de brigada.

“En otras plantas del país se ha venido trabajando con algunas producciones, que hasta ahora eran alternativas, y ya son una realidad. Sabíamos que nos íbamos a quedar sin materia prima y hablábamos del tema en la empresa, pero 8 Vías ha sido la última en iniciar dichas producciones”, aseveró finalmente el director técnico productivo de Cubacafé.

 

Total inactividad en la sala llenadora. Adiós a las utilidades. ¿Podrán garantizar al menos su salario básico? Foto: Alejandro Acosta

 

Se evidencia falta de previsión, al punto que se decidió fabricar croquetas y todavía desconocen el precio de venta y el número de unidades que lograrán. Les ha faltado preparación para enfrentar la contingencia que se hace frecuente en muchos centros laborales.

Un buen café llama a la inspiración, la creatividad e invita a trabajar en forma más animosa y fructífera. Su magia despierta, inspira y ayuda, algo muy necesario hoy en el colectivo de trabajadores de la Torrefactora 8 Vías.

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2 comentarios en ¡Directo al grano!

  1. De nuevo volvemos a los temas de los benefactores en el proceso del café.
    Tal vez estaríamos de acuerdo en que el beneficiario más perjudicado una vez más sigue siendo el consumidor de la canasta familiar normada.
    Los trabajadores de las 14 torrefactoras que fabrican el producto normado para la población y otros fines, desde  su legitimidad buscan alternativas para mantenerse con ingresos salariales; y además  ven en la divisa «el único modo» de llegar a la moneda convertible para  comprar más y volver a producir para el mercado interno”.
    Eso está bién, aunque experimentos empresariales similares en otras partes del mundo determinaron que  estos productores acabaran por  alejaese de su contenido y fin social al tener que enfrentar la cuestión del financiamiento en divisas para subsistir y reproducirse.  Asi reconocen alternativas que les garanticen utilidades y progreso, «una de ellas producir croqueta u otras actividades afines a su capital en equipamiento». 
    De otro lado también igual de legítimo para nosotros, los consumidores, podríamos asumir otros aportes, algunos incluso pudieran ser definitivos. Muchos de nosotros estaríamos dispuestos a asumir las cantidades normada de café en grano y de chicharo; nosotros podríamos hacer nuestras propias mezcla en casa.

    Regresar a un nuevo enfoque de exclusividad sectorial sobre el tema, nos puede hacer andar al filo de contribuir al recalentamiento de  nuestra economía, a pensar en  divisa ya captada por los demás segmentos la economía cubana con fines de estrechez empresarial. Nos cuesta identificar a los tostadores y mezcladores del café en papeles de «recalentadores» de nuestras divisas ya incorporadas a nuestro sistema financiero.
    Gracias.

  2. Interpretamos que entonces no tendrenos café normado hasta fines de año…mejor lo quitan y así se evitan tantas explicaciones. Más allá de.croquetas u otra producción alternativa que surja, se trata de planificación, de control. Resulta inconcebible que todos los revendedores tengan café a ver a de 1000 pesos….el mismo que en el extranjero cuesta 1 y 2 dólares….mientras nosotros no produscamos café ni sonar con importar para vender en el mercado interno. La cosa está difícil, ni café, ni azúcar, pan de mala calidad….lejos de mejorar con cosas que debieran producirse en Cuba, la solución es eliminarlas y al menos en el artículo, el periodista no se digna a preguntar variantes para mejorar o cambiar la critica situación o investigar con los suministradores tradicionales de café cuáles son los planes perspecrivos que permitan garantizar al menos el buchito de café que todo buen cubano añora en las mananas.

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