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Rusia y África: Sin tiempo para lamentos

Cada vez son más los expertos que coinciden en que el futuro de la humanidad se encuentra en África, el continente más rico y más pobre del mundo, representado ante la Organización de Naciones Unidas por 54 Estados, y por tres de ellos (Tanzania, Ghana y Gabón), como miembros no permanentes del Consejo de Seguridad.

 

Foto oficial de la II Cumbre del Foro Económico y Humanitario Rusia-África.   Foto: @MarocDiplomatie

 

En las últimas décadas, el llamado continente negro se ha convertido en actor estratégico de la geopolítica mundial como actor protagónico. Luego de conquistar la independencia, las naciones africanas han continuado su lucha contra ataduras coloniales que fracturaron la naturaleza de sus sociedades y los convirtieron en Estados de fronteras artificiales, debilitados por guerras internas y conflictos tribales, vulnerables al saqueo de sus recursos naturales.

A pesar de los frutos que han obtenido allí las potencias occidentales gracias al axioma “divide y vencerás”, los africanos conocen de la necesidad de articularse entre sí y lo intentan. Para confirmarlo están los esfuerzos de la Unión Africana (UA) por negociar consensos regionales en torno a temas cruciales y las cumbres bilaterales en las que se presentan como bloque.

Uno de esos eventos tuvo lugar recientemente (27 y 28 de julio) en San Petersburgo, cuando líderes y representantes africanos se reunieron con el presidente ruso Vladimir Putin en el contexto de la II Cumbre del Foro Económico y Humanitario Rusia-África.

El suceso, cuyo antecedente remite al efectuado en Sochi en el 2019, concluyó con resultados calificados como de “valor estratégico en materia de cooperación mutua al más alto nivel” y confirmó la voluntad de las partes de establecer un diálogo constructivo y respetuoso en la búsqueda de un “orden mundial justo y multipolar”.

 

Expertos opinan

Según Oleg Barabánov, profesor del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, la primera cumbre Rusia-África “sentó las bases para un ambicioso programa de cooperación”, afectado por la pandemia de Covid-19 y la operación militar en Ucrania. Vale aclarar que, a diferencia de las potencias occidentales, Rusia hizo llegar ayuda efectiva a las naciones africanas durante la emergencia de salud, acción que los receptores no olvidan.

El académico aseguró que entre el 2019 y el 2022 la facturación de las operaciones comerciales entre Rusia y África creció de 16 mil 900 millones de dólares a 18 mil millones de dólares; aumentaron de 8 a 11 los países africanos donde operan centros culturales y educativos conocidos como Casas Rusas; y se incrementaron las “estructuras comerciales, universidades y organizaciones civiles que llevan tiempo trabajando en África con éxito”, las cuales “gozan de la merecida confianza de sus socios africanos” por el interés especializado de su quehacer.

El Club Internacional de Debates Valdái, por su parte, que reúne analistas de política internacional, publicó el informe “Rusia y África: Auditoría de relaciones”, donde analizan la actitud para con la nación euroasiática según las votaciones de los últimos meses en la Asamblea General de la ONU.

Los autores identificaron tres grupos. En el primero aparecen 19 países que no apoyaron las resoluciones de condena a Rusia, destacan Argelia, Camerún, Etiopía, Malí, Sudáfrica, Sudán, Tanzania, Uganda, Zimbabue. El segundo lo componen 11 Estados que a veces votaron a favor y otras no, sobresalen Angola, Botsuana, Gabón, Guinea-Bissau, Madagascar, Marruecos, Senegal, Sudán del Sur. En el tercero, los más críticos contra Rusia, se hallan 24 países, entre ellos Liberia, Benín, Yibuti, Egipto, Gambia, Ghana, Kenia, Libia, Níger, Nigeria, Ruanda, Somalia o Zambia.

Poner voto africano en onu_the conversation. Gráfico: Tomado de The conversation

 

¿Qué se acordó?

A San Petersburgo arribaron una veintena de jefes de Estado o primeros ministros, así como representantes a nivel de cancilleres hasta completar 49 delegaciones, lo cual demostró que Putin no está tan aislado como pretende mostrar Occidente.

 

Foto: Kirill Kukhmar/ AFP

 

La declaración final condenó “el nacionalismo agresivo, el neonazismo, el neofascismo, la afrofobia y la rusofobia”, términos que para muchos fueron una clara respuesta a las presiones de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña que pedían se “condenara la guerra en Ucrania”, nación que ni siquiera fue mencionada.

“En los próximos meses podremos asegurar el suministro gratuito de 25 mil a 50 mil toneladas de grano a Burkina Faso, Zimbabue, Malí, Somalia, República Centroafricana y Eritrea», dijo Putin en su discurso de apertura de la Cumbre, ayuda que resulta simbólica frente a la hambruna que padecen varios países africanos.

Además, ofreció cancelar 23 mil millones de dólares de deuda a la región, enseñar idiomas africanos en sus escuelas y aumentar el sistema de becas para estudiar en Rusia; así como ayudar a los países africanos a “obtener compensación por los daños económicos y humanitarios causados por las políticas coloniales” occidentales, incluyendo “la devolución de bienes culturales” expoliados.

El plan de acción aprobado se extiende hasta el 2026, para cuando han previsto efectuar la III Cumbre, y comprende alentar el uso de monedas nacionales, entre ellas el rublo, para las transacciones comerciales, con el propósito de enfrentar la primacía del dólar.

 

Voces de África

De entre las voces africanas que se escucharon en la ciudad rusa de San Petersburgo resaltó la del capitán Ibrahim Taoré, quien controla militarmente Burkina Faso desde octubre de 2022:

“Mi generación se pregunta por qué África, con tantas riquezas en su suelo y una naturaleza tan generosa, con mucha agua y sol, es el continente más pobre. África es un continente hambriento y sus jefes de Estado recorren el mundo mendigando”, aseguró.

 

Putin e Ibrahim Taoré. Foto: Tomada de RVTV.es

“Hay muchas más preguntas sin respuesta, por supuesto, pero hoy tenemos la oportunidad de construir una nueva relación y espero que esto sirva para dar un mejor porvenir a nuestros pueblos.

“Hoy nos enfrentamos a las formas más bárbaras y violentas del neocolonialismo y del imperialismo, la esclavitud aún se nos impone. Nuestros predecesores nos enseñaron que el esclavo que no es capaz de asumir su rebeldía, merece vivir en el lamento.

“Estar aquí, hablando, no es suficiente para nosotros, es vergonzoso. Necesitamos líderes africanos que dejen de comportarse como marionetas que bailan cada vez que los imperialistas tocan el instrumento”, aseveró.

Taoré es la confirmación de que muchos países africanos, condicionados aún por el injusto orden emergido luego de la Segunda Guerra Mundial, van tomando posiciones que los alejan de la herencia colonial y los encaminan hacia la construcción del anhelado mundo multipolar.

 

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