Cuando el trabajo no se detiene

Como cada día el ajetreo es constante en las en­tidades de las empresas Cubana del Pan y en la Industria Láctea, de Villa Clara, y la mayoría de los cubanos disfruta de sus merecidas vaca­ciones. Los trabajadores de esos dos colectivos laborales están puntuales en sus puestos de trabajo, y con satisfacción.

El pan se amasa y hornea a la hora acorda­da, el olor descubre que está a punto el alimen­to. La leche llega al establecimiento y comienza el proceso para elaborar cada uno de sus deri­vados. Todo está en marcha.

Donde se hornea el pan

Yaneisy Viña y Rosaida Batistas, trabajadoras de la panadería Bengochea, de Santa Clara, aseguraron que es un placer y una responsa­bilidad brindar este servicio. “El pan es una necesidad para la población, trabajamos dia­riamente, lo hacemos con agrado, y aquí está el colectivo cumpliendo su tarea”, precisaron, mientras entregaban el llamado pan suave a los pobladores del lugar.

Los panaderos, orientados por Yoan Gon­zález y Dianet Silveiro, jefe de producción y ad­ministradora, respectivamente, han dispuesto todo para garantizar el alimento, no solo para la población sino también para el personal vul­nerable que atienden en la ciudad, a la vez crea­ron las condiciones para ahorrar energía.

“Comenzamos a procesar a las once de la mañana, se continúa hasta las once de la noche. En los horarios picos se detienen los equipos, el pan se mantiene caliente en la estufa, además se siguen vendiendo otras producciones alter­nativas como sal, bijol, puré de tomate”, explicó Dianet.

Marelys Mirabal Rodríguez, directora pro­vincial de la Cadena Cubana del Pan expuso que se mantendrán brindando diversos produc­tos y que no se detendrá el servicio en cada unidad que integra este sistema en el territorio.

Bien temprano por la leche

Los establecimientos de la empresa láctea de Vi­lla Clara están tan concurridos como siempre. Es visible el ajetreo bien temprano en la madru­gada.

Pedro Luis Gálvez, secretario general del buró sindical de la empresa, manifestó el com­promiso de trabajar y de mantener las produc­ciones en tiempo y con eficiencia, fue un acuerdo tomado en cada sección sindical.

A su vez, José Manuel Molina, jefe del com­binado de la capital provincial, señaló: “La pro­ducción de leche para los niños y las dietas mé­dicas es nuestro gran compromiso, son cerca de 60 mil litros diarios, no podemos fallar. Además, estamos elaborando otros renglones como hela­dos para el Coppelia, queso fundido y pasta de queso”, afirmó.

Con bríos, Gelvis Almeida acentuó: “No pa­ramos mientras exista materia prima, estamos en la pelea”. A su vez Luis Enrique Moro con igual fuerza pero más ecuánime, expresó que permane­cer en su lugar de trabajo es lo que necesita el país.

Orlando Iglesias Pérez, director técnico y de producción de la Empresa Láctea provincial declaró que las tres fábricas que la integran, incluidas las de los municipios, continuarán sus labores.

Para estos colectivos laborales, afilia­dos al Sindicato Nacional de los Trabajado­res de la Industria Alimentaria y la Pesca (SNTIAP), garantizar estos productos a la población es prioridad, lo consideran un de­ber imprescindible.