Icono del sitio Trabajadores

Entre quiero y ¿puedo?

Dice Doris García que ella les pone el plato delante y les da la espalda, no quiere mirar en los ojos de su familia para saber si están complacidos con los alimentos que elabora. Llevar algo a la mesa cada día es un dilema de tal magnitud que, al lograrlo, no piensa en gustos, ni en calidad.

Licenciada en Economía, trabaja en una empresa transportista, tienen pérdidas, lo que se agravó con la implementación de la Tarea Ordenamiento; no pagan el salario en la fecha pactada en el convenio colectivo de trabajo, “¿quién me lo iba a decir con tantos años de cierres a deshoras para no incumplir con ese requisito?” Están endeudados, financiera y moralmente “porque la gente sigue trabajando y no es fácil explicarles que no hay dinero.”

A nivel familiar se traduce en que comenzó el mes sin tener lo elemental, que es sacar los productos de la cada vez más incompleta canasta familiar normada: “¿Quiero, necesito? No, el asunto es si puedo comprarlo.”

 

Doris no está sola

Qué, cómo, dónde y con qué comprar lo que se requiere para satisfacer las necesidades más apremiantes de la familia son interrogantes que desde el amanecer preocupan a quienes llevan sobre sus hombros la economía doméstica; desafío acrecentado por el proceso inflacionario y la disminución de la accesibilidad a bienes y servicios.

Es recurrente que desde varios escenarios se abogue por el enfrentamiento a los precios abusivos y especulativos. El tope a las tarifas de comercialización de los productos agropecuarios es una de las medidas adoptadas.

Pável Rodríguez, coordinador de programas y objetivos en el Gobierno Provincial de Pinar del Río explicó que la Dirección de Inspección y Supervisión (DIS) retiró 29 licencias a trabajadores no estatales que violaron lo establecido, porque los precios acordados en el Comité de Contratación son de obligatorio cumplimiento para todos los actores.

Se establecen a partir del ratificado de las producciones en el campo y oído el parecer de las partes, aunque reconoce que es preciso perfeccionar el funcionamiento de este órgano en los municipios y a nivel de provincia; asimismo, admite que todavía hay muchas indisiciplinas y no todas son detectadas oportunamente.

A la par hay que hacer cumplir el espíritu del contrato, al respecto acota que cooperativas y entidades comercializadoras que compran directamente a los campesinos están urgidos de hacer un mayor y mejor uso de los créditos para el pago inmediato, porque eso no siempre se logra y abre la brecha para que las cosechas vayan a otros destinos que no sean los pactados con el Estado.

Es una verdad de Perogrullo que la forma más expedita para regular el mercado es incrementar la oferta, lo que a su vez depende de un aumento de las producciones. Hasta el momento entre carencias objetivas, cambio climático que se manifiesta en intensas lluvias o prolongadas sequías, huracanes devastadores y problemas objetivos como falta de control y hasta indolencia, no se ha encontrado el camino para hacer de la agricultura un ente dinamizador de la economía local, en la rama agropecuaria.

Y bien lo sabe Pedro Ramos, que con su “motorina” recorre la ciudad de un extremo a otro buscando las opciones que llenen la despensa hogareña. Para este ingeniero, trabajador no estatal, cada vez que topan los precios la cosa se pone peor, porque se pierden algunos productos, como la malanga.

“La economía es un ser vivo, y si le pones camisa de fuerza, lo que haces es añadir otra distorsión” alega este quincuagenario para quien las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME) hacen lo que le corresponde al Estado: “Son las que están bajando precios, pasó con la cerveza, las confituras y con otras cosas.”

 

Empresarios o revendedores

Aunque se ha acuñado la frase “eso es a precio de MIPYME”, lo cierto es que cada vez crecen más los clientes de puntos de ventas minoristas en aquellas que expenden productos de alta demanda, especialmente alimentos. A la afirmación popular de “lo que hacen es revender”, pues sí, se llama ser comerciante, invertir un capital en compras al por mayor para obtener ganancias con ventas al por menor y es lícito.

No obstante, entre las acciones que se ejecutan en el territorio explicó Rodríguez es un análisis desde las direcciones de Finanzas y Precios, Economía y Planificación, la DIS y otras entidades, para establecer los costos de esas importaciones y contar con los elementos que les permitan adoptar conductas regulatorias.

Al respecto puntualiza que entre los propósitos está exigirles más a las que supuestamente ofrecen servicios gastronómicos que haya una mayor presencia de elaboraciones propias y no sólo productos listos para la venta, que es una tendencia a la que hay que poner coto.

Rubén Lloga, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en la provincia, asegura que en los diferentes intercambios que han sostenido con estos empresarios abogan por sensibilizarlos con la situación del país, que sin renunciar a sus ganancias y utilidades eliminen el componente especulativo de la formación de precios; asevera que hay reacciones positivas, pero es innegable que manejan altos costos.

Señaló que entre los desafíos de la organización está ser protagonistas de esta batalla económica en todos los frentes, en las entidades impulsando la producción y búsqueda de la eficiencia; involucrados en los Comités de Contratación, acompañando en las inspecciones, y eso lo están haciendo; porque cree que al margen de la medida que adopten los organismos reguladores hay que hablar con los hombres y mujeres que hoy, de cara a la población, pueden marcar una diferencia.

“Ese es un problema al que no podemos estar ajenos; que a un trabajador no le alcance el salario para satisfacer sus necesidades ni mantener a su familia,  es un asunto prioritario para los sindicatos y no sólo hay violaciones en los privados, ese es otro asunto a enfrentar que las entidades que representan al Estado ganen en disciplina y cumplimiento de lo establecido.”

 

Tela por cortar

Cualquier acercamiento al tema de los precios en Cuba tienen disimiles aristas, una esencial a juicio de esta reportera es la conformación de las fichas para los artículos que se comercializan en moneda libremente convertible (MLC), un paquete de almohadillas que se expende a 5.20, lo adquirí a 276 pesos en la unidad empresarial de base (UEB) de Servicios Técnicos Personales y del Hogar de Viñales.

La directora Maidelin Villazuza, explicó que la compran a una MIPYME y les incrementan un 25 por ciento, de acuerdo a lo que establece el Decreto 34, aplicando la tasa de cambio a 120 es 2.30 el equivalente en MLC, con un intermediario, lo que hace incomprensible, amén de que conozcamos el fin de dichos centros comerciales, un aumento tan desmedido.

Y se trata de un producto importado, los que son de factura nacional e ingresan a esa red no han de perder de vista, que quienes compran ahí son sus conciudadanos, los más solventes o urgidos, no seres a esquilmar; premisa que debe primar en materia de formación de precios.

Hay violaciones, indolentes, intermediarios, carencias, crisis económica y mucho más, imposible de abarcar en un sólo texto, pero si usted está en la cima, ayude a que otros puedan, para de a poco, acercarnos a lo que queremos, esa Cuba próspera en la que llevar un plato a la mesa no sea un desafío diario.

Compartir...
Salir de la versión móvil