(21 puntos, 6 votos)
Cargando...Hoy el Retrato no es de una persona con larga historia de vida. Se trata de una niña que ha empezado a descubrir el mundo e ilumina a los que le rodean con sus acciones. Es el Día de la Infancia, y las palabras de Sofia Germán nos hacen meditar sobre la responsabilidad que tenemos los adultos en la constante educación de la infancia, para preservar nuestro planeta.
Cuando Sofi habla, tal parece que uno tiene delante a alguien mayor, por la profundidad de las cosas que dice. La familia lo achaca a que está criada entre adultos, con la influencia de Aida, la bisabuela que la estimula a leer libros; también por los cuentos que le hace abuela Loly y los afectos de sus padres, Eliana y Jorge.
En esta tierna niña de ocho años de edad, emergen los valores fomentados en la casa y que en la escuela también han sabido cultivar: respeto al prójimo, patriotismo, solidaridad y responsabilidad, entre otros. Amante de los animales y de la naturaleza, desea ser veterinaria, como su papá. “Cuando sea grande voy a construir un refugio para mascotas y recogeré a todos los animales que están en la calle para que tengan un hogar. Es que todos seres vivos merecen una oportunidad”, dice con énfasis.
Escucharla, da placer. A tan corta edad, ha cultivado una pasión extraordinaria por todos los animales, en especial, los perros. En su hogar, en Artemisa, tiene dos canes: Lolo y Osa, a los que mima y da cariño.
En cualquier espacio, se pronuncia por el cuidado de las mascotas. “Aquellos que tienen alguna y no la cuidan bien, es mejor que la regalen a una persona buena”, añade y refiere que no le gustan los maltratos, porque “no tolero la violencia, eso es algo muy malo”.
Poco a poco, la protección y el cuidado por el medio ambiente se ha ido adentrando en esta niña, que defiende la naturaleza. “Hay que hacerlo porque los árboles nos dan nuestra vida, nuestro oxígeno, limpio, sin eso no podemos vivir”.
“Si se corta un árbol, debemos plantar otros, y también si la tierra está muy vieja, debemos echar nueva para que las plantas crezcan sanas”, añade y subraya que de éstas salen las frutas que comemos y también las medicinas.
Cuando le pregunto de dónde ha salido ese interés por los animales y el medio ambiente, ella menciona a su maestra Dorki Piñeiro, en la escuela primaria Orlando Nodarse Verde, donde estudia. “Nos enseña que los seres vivos no se maltratan”, y por eso la asignatura El mundo en que vivimos es una de las que más disfruta porque contribuye a fomentar el respeto por la naturaleza.
Seguir cultivando esas pasiones de Sofia es responsabilidad de todos los adultos, los que la rodean y educan, para que en el mañana sus sueños se cumplan y ella siga repartiendo amor a la familia y a los seres del planeta.
Fragmento de conversación con Sofia:
Acerca del autor
Graduada en Licenciatura en Periodismo en la Facultad de Filología, en la Universidad de La Habana en 1984. Edita la separata EconoMía y aborda además temas relacionados con la sociedad. Ha realizado Diplomados y Postgrados en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. En su blog Nieves.cu trata con regularidad asuntos vinculados a la familia y el medio ambiente.
Lienel: Gracias por su comentario y saludos.
Todos los niños deberían ser tan estudiosos e inteligentes como Sofía. Hay que enseñarlos a sentir la naturaleza.