Profe Rodríguez Silva, Héroe del Trabajo de la República de Cuba: Gran maestro y caballero

Profe Rodríguez Silva, Héroe del Trabajo de la República de Cuba: Gran maestro y caballero

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Tuve la dicha de conocer al Profe Rodríguez Silva en abril del 2021, justo en la ceremonia en que el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez impusiera en su pecho la estrella símbolo del Título Honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba.

 

Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

Sabía ya que Héctor Manuel Rodríguez Silva, Doctor en Ciencias Médicas, Especialista de Segundo Grado en Medicina Interna, Profesor de Mérito, Investigador de Mérito, Profesor Auxiliar y Titular, y miembro además de la Sociedad Internacional de Medicina Interna, constituía sólida base de la medicina cubana por su incansable desempeño profesional, docente e investigativo.

Pero lo que más llamó la atención allí fue su gran reliquia: su modestia, su humildad, su decencia. Pocos, en medio de la alegría por el honor de que era acreedor, imaginaban la grandeza de aquel hombre de estatura pequeña, serio, quien ya superaba los 90 años de edad.

Su aporte fundamental a la docencia estuvo en la confección de nuevos planes de estudio para los alumnos de Medicina, labor por la cual visitó varias universidades extranjeras a fin de perfeccionar el proceso metodológico en centros cubanos.

Tutor de no pocas tesis para doctores en Ciencias Médicas, participó en múltiples congresos nacionales e internacionales; autor de más de 20 trabajos científicos para revistas nacionales y extranjeras y de ocho libros referidos a su especialidad de trabajo: la Medicina Interna, materia en la que, sin duda, fue un experto.

Nacido en la hoy provincia de Villa Clara, en julio de 1929, el médico fundador del Hospital Hermanos Ameijeiras —del que también fue subdirector—, contó con tres misiones internacionalistas.

Con 86 años de edad, durante una convención científica en el Hospital Ameijeiras, dijo que hasta que las fuerzas le permitieran continuaría brindando su aporte tanto en la asistencia, como en la docencia y la investigación. Su modestia le provocó el error. Hasta después de muerto el Profe será útil.

Al conocer la noticia de su fallecimiento el sábado último, uno de sus alumnos evocó al Profe Rodríguez Silva con pocas, y a la vez, emotivas palabras: “Gran maestro y caballero”.

 

Héctor Manuel Rodríguez Silva

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